Martin Luther King, Jr. ¿Por qué no podemos esperar?

Texto de Martin Luther King explicando los motivos de la protesta social y la importancia de la NO VIOLENCIA como herramienta de cambio.

Martin Luther King

No es la primera vez que recordamos a Martin Luther King Jr en Listao. Uno de los impulsores de las protestas No Violentas, de quien Greenpeace y otros hemos tomado como inspiración. En estos momentos donde Estados Unidos intentan recrear un movimiento de protesta pacifista, comparto con uds la traducción de este texto que encontré en Adbuster (organizador principal de #OccupyWallStreet)

Una metodología y una filosofía de la revolución no nace ni se acepta de un día para otro. Desde el momento en que surge, es sometido a rigurosas pruebas, a oposición, al desprecio y a los prejuicios. La vieja guardia en cualquier sociedad se resiente de los nuevos métodos, y llevan las condecoraciones y medallas ganadas por librar las batallas en la formas aceptadas hasta el momento. A menudo, la oposición no sólo proviene de los conservadores, que se aferran a la tradición, sino también de los militantes extremistas, que no están a favor ni de lo viejo ni lo nuevo.

Muchos de estos extremistas malinterpretan el significado y la intención de la no violencia, ya que no se dan cuenta que la militancia es también es el origen de la no violencia. Exhortaciones airadas y las llamadas al “Negro” para armarse y salir a dar batalla estimulan un fuerte aplauso. Pero cuando muere el aplauso, el agitador y el agitado vuelven a sus casas y se acuestan en sus camas para pasar una noche más sin avances a la vista. Ellos no pueden resolver el problema que enfrentan debido a que no han ofrecido pelea, ya que solo han hecho un llamamiento a tomar las armas que ellos mismos no están dispuestos a liderar, ya que conocen que la recompensa de este camino sería la muerte. Ellos no pueden resolver el problema, ya que tratan de superar una situación negativa con medios negativos. Ellos no pueden resolver el problema porque no llegan y  logran movilizar a la acción sostenida a grandes grupos de personas necesarias para atraer la atención y transmitir la determinación de la mayoría. Los conservadores que dicen: “no vayamos tan rápido” y los extremistas que dicen: “Vamos a salir y azotemos al mundo” te dirán que son tan distantes entre sí como los polos. Pero hay un gran paralelismo: Que no logran nada – porque no llegan a las personas que tienen una necesidad imperiosa de ser libres.

Habíamos decidido limitar los esfuerzos de los primeros días y hacer sentadas. Estábamos preparados para una larga lucha y sentimos que era mejor empezar modestamente, con un número limitado de arrestos cada día. Racionando nuestras energías podríamos ayudar a la construcción del drama de una campaña creciente. Las primeras manifestaciones fueron, en consecuencia, nada espectaculares, pero estaban bien organizadas. Operando con un calendario preciso, pequeños grupos hacían sentadas en los mostradores de comida en las tiendas del centro del departamento y farmacias. Cuando los manifestantes fueron invitados a abandonar el lugar y se negaron fueron arrestados. Para el viernes por la noche, no había habido disturbios. Evidentemente, ni Bull Connor, el segregacionista comisionado de policía de Birmingham, ni los comerciantes esperaban que este inicio tranquilo explotara en una operación a gran escala.

En una ocasión dramática incluso los hombres de Bull Connor fueron sacudidos. Fue un domingo por la tarde, cuando varios cientos de negros en Birmingham habían decidido celebrar una reunión de oración cerca de la cárcel de la ciudad. Se reunieron en el New Pilgrim Baptist Church y comenzaron una marcha ordenada. Bull Connor ordenó usar a los perros policías y las mangueras contra incendios. Cuando los manifestantes se acercaron a la frontera entre las zonas de blancos y negros, Connor ordenó dar marcha atrás. El reverendo Charles Billups, que encabezaba la marcha, lo rechazó cortésmente. Enfurecido, Bull Connor se volvió hacia sus hombres y gritó:

“¡Maldita sea. Prendan las mangueras. “

Lo que ocurrió en los siguientes 30 segundos fue uno de los eventos más fantásticos de la historia de Birmingham. Los hombres de Bull Connor y sus mangueras mortales listas para la acción, estaban frente a los manifestantes. Los manifestantes, muchos de ellos de rodillas, le devolvieron la mirada, sin miedo y sin moverse. Poco a poco los negros se pusieron de pie y comenzaron a avanzar. Los hombres de Connor, como hipnotizados, retrocedieron, sus mangueras sostenidas inútilmente en sus manos, mientras que varios cientos de negros marcharon por delante de ellos, sin mayor interferencia, y celebraron su reunión de oración como estaba prevista.

Con las cárceles llenádose y la luz abrasadora de desaprobación nacional centrada en Birmingham, Bull Connor abandonó su postura de no violencia. El resultado fue algo muy feo y muy conocido por los estadounidenses y por personas de todo el mundo. Los periódicos del 04 de mayo publicaron las fotos de mujeres postradas y policías inclinados sobre ellas con palos, de los niños marchando hacia la colmillos de los perros de la policía, de la terrible fuerza de la presión de las mangueras barriendo a los cuerpos de los activistas de las calles.

Este fue el tiempo de nuestro mayor esfuerzo y el coraje y la convicción de los estudiantes y adultos hizo que ese sea nuestro mejor momento. No respondimos pero tampoco nos escapamos. No nos amargamos. Algunos pocos espectadores, que no habían sido entrenados en la disciplina de la no violencia, reaccionaron ante la brutalidad de los policías lanzando piedras y botellas. Sin embargo, los manifestantes permanecieron pacíficos. A la vista de esta resolución y la valentía, la conciencia moral de la nación se conmovió profundamente y, en todo el país, la lucha se convirtió en la lucha de los estadounidenses decentes de todas las razas y credos.