Google: bestia hambrienta

Google


¿Alguna vez te preguntaste que tan grande es Google? Un programa de televisión australiana llamado Bestia Hambrienta (Hungry Beast) preparó este informe sobre la empresa que domina la red con sus servicios.


Google respondió en su blog oficial y corrige algunos de sus números. Más allá de eso es muy interesante pensar el poder que está acumulando una empresa que domina muchos de los servicios que más utilizamos en linea.

¿Qué pensás sobre Google? ¿Una empresa que brinda los mejores servicios de Internet o una amenaza a la privacidad de los usuarios?

True Knowledge: Nuevo motor de búsqueda que responde preguntas

 

True-Knowledge

 

 

El mercado de los motores de busquedas tiene un nuevo participante. En este caso, True Knowledge nos ofrece la posibilidad de hacerle preguntas y recibir las respuestas que necesitamos.


Aca pueden ver un ejemplo a la pregunta: When Greenpeace was created? (¿Cuando fue creado Greenpeace?)

 

Les dejo tambien un video donde explica mas detalladamente el funcionamiento


 

Los monopolios del cable y la Internet

Noam Chomsky

 

“…si no hacemos nada, internet y el cable estarán monopolizados dentro de diez o quince años por las megacorporaciones empresariales, la gente no conoce que en sus manos está la posibilidad de disponer de estos instrumentos tecnológicos en vez de dejarselos a las grandes compañias. Para ello, hace falta coordinación entre los grupos que se oponen a esa monopolización, utilizando la tecnologia con creatividad, inteligencia y iniciativa para promocionar, por ejemplo, la educación.”


Noam Chomsky, 1998

 

vía kinoki

El auge y la caída de Myspace


MySpace ha pasado por su momento de gloria y con el surgimiento de Facebook, entró en una caída vertiginosa que ha tratado, hasta ahora sin éxito, de contrarrestar. En esta nota del Financial Times que traduje se analiza este proceso.

Rupert Murdoch


En el verano de 2005, después de haber pasado cuarenta años construyendo un imperio mediático formado por periódicos, cine y televisión, Rupert Murdoch decidió que había llegado el momento para tomar en serio Internet. Como fundador y presidente de News Corporation, uno de los más grandes y poderoso conglomerado de medios de comunicación del mundo, Murdoch controla una cartera ecléctica de negocios que van desde el diario The Sun para el hasta el estudio de cine 20th Century Fox. Sin embargo, con jóvenes “que ven menos televisión y leen menos periódicos”, como observó este verano, News Corp necesitaba desesperadamente una mayor presencia en Internet.


Después de mucha deliberación entre la cúpula de News Corp, se decidió comprar Intermix, una compañía con sede en Los Angeles cuyo principal activo era de MySpace, un sitio web que lograba sorprendentemente 70.000 nuevos usuarios cada día. MySpace fue parte de la vanguardia de la Web 2.0, la etiqueta que en ese momento se aplicaba a un nuevo nivel de funcionalidad del software que ayudaba a los usuarios de Internet para interactuar directamente con otros. Como una red social online, MySpace ofrecía un nuevo tipo de experiencia compartida, conectando a millones de usuarios a través de intereses en música, cine y cultura popular.


Decir que MySpace era propiedad muy valiosa en el 2005 es una subestimación. La rápida expansión de su tribu de usuarios había atraído la atención de otros compradores potenciales. Viacom, por ejemplo, un conglomerado de medios rival que posee empresas como Paramount Pictures y Comedy Central, estaba mirando esta red social como un vehículo para reactivar su canal MTV, una marca similar orientada a los jóvenes.


Sin embargo, Murdoch llegó primero y el trato de $ 580 millones dio como resultado una transformación de su imagen. El barón cascarrabias de los medios de comunicación, cuyos logros incluían romper los sindicatos de imprentas de Fleet Street y el lanzamiento del canal de cable conservador Fox News, se había reinventado a sí mismo. Wall Street tomó unos meses para apreciar la magnitud de la operación, pero la compra lentamente comenzó a impregnar de News Corp con algo que le faltaba y no tiene precio: onda.

Millones de adolescentes en todo el mundo adoraban a MySpace, pasando horas todos los días conectados  y ajustando las páginas de sus perfiles personales que reflejan sus gustos y personalidades. News Corp había reencontrado prestigio cultural gracias a ellos – y a la popularidad de MySpace con los nuevos cineastas y músicos como los Arctic Monkeys y Lily Allen, quien se convirtió en sensación en el sitio, presentando sus canciones a los aficionados antes de editar sus discos por primera vez.


Meses después de la adquisición, Murdoch encontró otro motivo para sentirse satisfecho: MySpace firmó un contrato de tres años de publicidad con Google por valor de 900 millones de dólares. Google compró el derecho a convertirse en parte del sitio de MySpace, que le permitió mostrar sus anuncios de texto a millones de usuarios de esa red. Este precio fue muy discutido, con Yahoo y Microsoft quienes también intentaron comprar el sitio antes que ganara Google. Larry Page y Sergey Brin, fundadores del motor de búsqueda, volaron en helicóptero para sellar el acuerdo en un refugio de estrellas de News Corp en Pebble Beach, lugar donde entre los que solían estar ahí se encontraban Bono y Tony Blair.


Con el precio de las acciones de News Corp navegando sobre la ola de MySpace, Murdoch, opinó sobre el potencial del sitio en las conferencias de medios de comunicación. Formó una estrecha relación con Chris DeWolfe, el carismático co-fundador de la red social, y juntos hicieron una recorrida conjunta de eventos como el Foro Económico Mundial en Davos y otras reuniones de ricos y poderosos. Era una imagen incongruente: DeWolfe, con sus vaqueros, su pelo largo y su grueso anillo de plata, parecía más un músico o un actor que un ejecutivo corporativo, al lado de Murdoch, un viejo multimillonario quien había usado traje durante toda su vida.


También era claro que, a diferencia de muchas empresas que fueron estrellas de Internet, MySpace podría alcanzar su subsistencia. A los 15 meses de la adquisición, los ingresos habían saltado de U$S 1.000.000 a 50 millones de dólares mensuales: la mitad proveniente de la publicidad vendida por el nuevo equipo de ventas que News Corp había instalado y el resto de la oferta de Google. Como los anunciantes se apresuraron a segmentar la audiencia de rápido crecimiento del sitio, se abrieron nuevas oficinas en Japón, Corea del Sur, China, mientras que un servicio de música gratuita se puso en marcha lo que implicó un gasto considerable.


Pero a principios de 2008, las cosas empezaron a andar mal. Facebook, una red social rival que era más simple y más fácil de usar, estaba ganando impulso y empezó a crecer más rápidamente que MySpace. Murdoch aseguró que MySpace ganaría más de mil millones de dólares en ingresos por publicidad en 2008 -, pero la compañía no cumplió su objetivo. Los usuarios comenzaron a abandonar el sitio, que se había llenado de anuncios de poco atractivo para enderezar los dientes y productos para perder peso. Los ejecutivos de News Corp no podían ocultar su disgusto, y en abril de este año, DeWolfe se retiró, seguido de cerca por la mayor parte de su equipo directivo.


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Hadopi, la ley contrarevolucionaria que penaliza las descargas ilegales en Francia


Transcribo un artículo de Eliseo Verón, semiólogo y profesor plenario Universidad de San Andrés sobre la nueva ley francesa que penaliza las descargas ilegales.


Interesante para reflexionar sobre el futuro del derecho de autor y como las leyes tratan de regular, algunas veces, contra la voluntad de las sociedades y el desconocimiento total de los movimientos culturales que las generan y que a su vez, realimentan. El artículo fue publicado originalmente en el diario Perfil.


p2p


Las aventuras de Hadopi

A pesar de la globalización, el mundo de los medios de cada país sigue teniendo fuertes características propias, y cuando uno llega a un país extranjero (aunque se lo frecuente con cierta regularidad), siempre lleva unos días acomodarse a los temas dominantes en las tapas de los diarios, en la radio, en la televisión; familiarizarse con las modalidades de poner énfasis en cierto tipo de noticias, con los estilos de interpelar al receptor, etcétera.


Llegado a París hace poco más de una semana, me llamó la atención un tema cuyo clímax ya ha pasado, pero que fue central en los medios franceses durante siete meses, agitando profundamente a la clase política y produciendo fuertes polémicas: Hadopi.


Hadopi es la sigla de: Haute Autorité pour la Diffusion des œuvres et la Protection des droits sur Internet –Alta autoridad para la difusión de las obras y la protección de los derechos en Internet–. Hadopi acaba de ser promulgada como ley: después de un período de advertencias, se penalizará a los internautas identificados como autores de descargas ilícitas de material sometido a derechos de autor, con penas que pueden ir hasta la suspensión del servicio de Internet, aunque la decisión final quedará en manos de un juez y no de un servicio administrativo, como era el propósito inicial.


El proyecto atravesó innumerables episodios: varias idas y vueltas al Parlamento; el rechazo de su primera versión por el Consejo Constitucional (que es la Corte Suprema de Francia), debido a la inconstitucionalidad de varios de sus artículos; legisladores del oficialismo que se oponían al proyecto; conflicto en la oposición entre quienes lo apoyaban y quienes no y, como se puede imaginar, una tormenta permanente en la Red –se llegó a hablar de la telenovela de Hadopi–. Aquí el tema central es el entretenimiento, el consumo de música y video, pero la situación tiene bastantes puntos en común con la que se ha venido discutiendo, en las columnas de este diario, sobre el periodismo en Internet. En Rue 89, uno de los mejores sitios de periodismo electrónico de Francia, el bloguero Versac (Nicolas Vanbremeersch) ha explicado de una manera muy clara lo que está en juego: la cuestión de la creación de valor, tema de mi columna de hace quince días. Durante mucho tiempo los valores culturales han sido valores privados: cuando compro el soporte (libro, disco, imágenes grabadas), el bien me pertenece. El valor cultural creado se transforma en valor económico en el instante único en que compro el soporte, que no es reproducible por quien lo ha comprado. Internet desmaterializa las creaciones culturales y les otorga dos propiedades: no rivales (si yo gozo del bien, eso no impide que otro lo haga) y no excluyentes (a priori, nadie está excluido del goce).“Cuando un bien no es rival ni excluyente, se ha transformado en un bien público”, dice Vanbremeersch, evocando el ejemplo de una ruta. Los bienes públicos, dice Versac, se facturan indirectamente, porque “nadie ha encontrado la manera de hacer pagar directamente un bien público accesible libremente a todos”. Esta revolución cuestiona todo el ecosistema de la creación cultural y los fundamentos tradicionales del negocio del entretenimiento están desapareciendo. “Por ecosistema, insiste Vanbremeersch, no hay que pensar simplemente ‘empleo’ o ‘facturación anual’; de lo que se trata es de equilibrios, de la manera en que aparece y se concretiza la creación de valor.”


Hadopi es una ley contrarrevolucionaria y la defensa de los derechos de autor apenas un pretexto para defender, hasta cuando sea posible, un mercado destinado a desaparecer. El presidente de la comisión que preparó el proyecto de ley es el ex CEO de la Fnac, una de las principales cadenas francesas de venta de libros, discos y videos: flagrante conflicto de intereses. Y según parece, antes de ser votada, Hadopi estaba ya superada técnicamente: el P2P (peer to peer) está cayendo en desuso y los nuevos dispositivos de descarga de archivos que se están generalizando son cifrados: imposible identificar al internauta y tampoco el contenido del archivo que se descarga. Para enfrentar estos nuevos procesos, habrá que ejercitar la imaginación. Me permito una cita del último libro de Jacques Rancière, que acaba de aparecer y no tiene nada que ver con el tema: “Una fuerte tensión. Mucho trabajo en perspectiva para quien no quiere morir idiota. Y tanto peor para la gente cansada”.

Sobre el paso del sitio de la Casa Blanca a Drupal

 

Casa Blanca


El equipo de New Media de la Casa Blanca anunció el viernes pasado que el sitio Whitehouse.gov está ahora corriendo bajo la plataforma de publicación de código abierto DRUPAL.


Según el comunicado oficial, los funcionarios de la Casa Blanca describieron el cambio como “algo similar a la reconstrucción de los cimientos de un edificio sin cambiar la apariencia de fachada.”

Se espera lograr darle mayor seguridad al sitio de Casa Blanca, y lo mismo podría hacerse dentro de poco tiempo con otros sitios estatales
Tener el código abierto al público podría parecer un riesgo de seguridad, pero es todo lo contrario, según explican los expertos dentro y fuera del gobierno. Debido a que los programadores colaboran para encontrar los errores o las oportunidades de explotar el código web, el producto final es por lo tanto más seguro.


Se espera lograr darle mayor seguridad al sitio de Casa Blanca, y lo mismo podría hacerse dentro de poco tiempo con otros sitios estatales


Tener el código abierto al público podría parecer un riesgo de seguridad, pero es todo lo contrario, según explican los expertos dentro y fuera del gobierno. Debido a que los programadores colaboran para encontrar los errores o las oportunidades de explotar el código web, el producto final es por lo tanto más seguro.


Sobre este importante paso para el movimiento que impulsa el código abierto, Tim O`Reilly escribre en un interesante post:


Más allá de la seguridad, la Casa Blanca también vio la oportunidad de aumentar su flexibilidad. Drupal tiene una enorme biblioteca de módulos creados por una comunidad de usuarios que proporcionan funcionalidades que la Casa Blanca puede utilizar para ampliar su llegada a redes sociales con todas las herramientas necesarias, desde chats en vivo a soporte multilenguaje.

Por supuesto, es fácil imaginar que el uso de software de fuente abierta produzca un corte en el presupuesto de IT del gobierno de presupuesto. Después de todo, este software se puede descargar libremente. Tengo la sensación de que es un poco más complicado que eso.

En primer lugar, el gobierno tiene un gran número de requisitos especiales.

Segundo, no subestimar la dificultad de hacer negocios en Washington. La contratación se realiza a través de un ballet complejo que solo es comprendido por unas pocas empresas de código abierto. En tercer lugar, un gran despliegue de IT como este requiere de la coordinación entre  muchas empresas, ya que cada una proporciona una pieza del rompecabezas.

Según techpresident.com, no menos de cinco empresas participaron en esta migración: el contratista principal, General Dynamics Information Systems, especialistas en Drupal, Fase 2 y Acquia, el proveedor de alojamiento de Terremark y el proveedor CDN Akamai.


Una de las aclaraciones que el autor hace en el post tiene que ver con la diferencia entre usar y contribuir con el código abierto.



A pesar de las afirmaciones exageradas en el comunicado oficial, que “el código de programación está abierto a la vista del público, que es disponible para uso público y permite que la gente pueda editar”, la Casa Blanca no ha lanzado aún ninguna de las modificaciones que le hicieron a Drupal o su entorno de funcionamiento de nuevo a la comunidad de código abierto.

El código fuente de Drupal está efectivamente disponible, pero las modificaciones que se hicieron para satisfacer de seguridad del gobierno, la escalabilidad y necesidades de alojamiento aún no han sido compartidas. Compartir las modificaciones con la comunidad de Drupal es la innovación que espero que anuncien pronto.

Liberar el código es algo más que ser un buen ciudadano de la comunidad de código abierto. El código compartido es una importante oportunidad de ahorrar costos para el gobierno.

Hay un sinnúmero de agencias gubernamentales a nivel federal, por no mencionar en el nivel estatal y local, que realizan funciones similares. Sin embargo, cada uno de ellos hacen sus propios desarrollos manejando los costos. Vivek Kundra ha dado un gran paso adelante en los servicios web mediante la creación de data.gov. Estoy ansioso por ver un nuevo portal de code.gov donde las agencias gubernamentales puedan compartir su código de software de código abierto.


Tim O´Reilly es el organizador de la Gov 2.0 Expo 2010 que se realizará en mayo del año próximo en Washington. Allí se tratarán este y otros temas relacionados con el gobierno digital.


Noticias Hiperlocales


Los nuevos medios nos brindan la posibilidad de acceder a noticias globales de cualquier parte del mundo, pero también, está generando un nuevo fenómeno, publicaciones hipersegmentadas a un nivel microlocal.


Leyendo el blog de Cristopher Wink encontré un interesante post sobre los medios hiperlocales.


Según su definición las noticias hiperlocales son una recopilación de información de una determinada comunidad que forma parte o formó parte de una cobertura mucho más amplia que si misma.


Para él, “el movimiento hiperlocal está encapsulando un amplio movimiento que va desde ciudadanos periodistas  de barrios o ciudades de unos pocos miles de personas o incluso menos, hasta emprendedores mediáticos que están tratando de crear sistemas de gestión de noticias la obtención de noticias que cubren áreas geográficas pequeñas.”


Respondiendo este post de Wink, en el blog Data Mining de Matthew Hurst, se propone una ampliación del concepto.


Este autor cree que el término “hiperlocal” debe tener en cuenta:

  • Que permite a los residentes estar mejor informados sobre su entorno
  • La información permite a los residentes mejorar su calidad de vida
  • Estas nuevas tecnologías permiten a los residentes a estar mejor conectados
  • Las comunidades pueden ser más ricas y mejor gobernadas

En resumen para Hurst lo hiperlocal incluye [los datos, los comportamientos, las tecnologías] que apoyan el sentido de pertenencia de un residente con su comunidad específica. En otras palabras, para él el concepto ya no debe pensarse solamente en término de noticias solamente.


Interesante sería pensar como lo hiperlocal se integra con una segmentación no dada ya por la ubicación geográfica sino por el interés del individuo. ¿Cual será entonces la mayor fuerza de atracción para el usuario a la hora de elegir sus prácticas? ¿Seguirá estructurándose por su lugar de nacimiento o residencia o preferirá a una comunidad conformada por intereses comunes?