Felicidad animal

En Listao amamos los animales, por eso nos alegramos con la felicidad que demuestran algunos.

En este foto, nuestro amigo el tiburón nos muestra su agradable y peligrosa sonrisa.

En Listao amamos los animales, por eso nos alegramos con la felicidad que demuestran algunos.

En este foto, nuestro amigo el tiburón nos muestra su agradable y peligrosa sonrisa.

Tiburon contento

 

La operación

Operarse es una decisión compleja, difícil. Toda cirugía, por menor que sea, da miedito. De entrada empezás  a pensar en la anestesia, en el dolor, en el suero, en el papagayo, la bata, la afeitada, etc.

Y después,  hablás con gente que ya se operó de lo que vos te vas a operar. Le preguntás al médico 500 veces lo mismo, y él, (Sí, usted, Dr. Carlos Mouriño) te miente. El muy caradura me dijo cosas como “son dos o tres días”, “no duele nada” (juro por mis ancestros que usó la palabra NADA), y cosas así. Después te venís a enterar que todos hacen lo mismo. Que si te dicen la posta, vos no te operás un carajo.

Bueno, yo le creí y allí fui a operarme.

Lo mío era sinusitis. Concretamente, debían abrirme algunas puertas cerradas en la nariz, enderezar un poco el tabique y un cortecito acá y otro acullá.

Empecemos por el principio… me operaron en un sanatorio de tintes religioso. O sea, no era necesario que vos seas creyente o no… ellos lo eran por vos y por toda tu familia impía.  Pero, eran muy buena onda.  Te encajaban estampitas en cada visita, tenías que andar esquivando imágenes y monjas en los pasillos, pero, dicha sea la verdad, me atendieron como los dioses. Cuac!

Me llevan al quirófano, me atan (previo aviso de “no te vas a poner loco cuando te despiertes, vos sos muy grandote”) me presentan el anestesista, entra mi doctor mentiroso, me dicen pensá en algo lindo gordo y yo, en dos segundos pienso en qué voy a pensar y al toque: “tranquilo… respirá por la boca, te estás ahogando, respirá por la boca” ¡ya estaba en la habitación, y operado! INCREIBLE. Me estaba ahogando, y era lógico. Yo intentaba tomar aire por donde no se podía, por la nariz que estaba del tamaño de una pelota de tenis, vendada, con cientos de cosas adentro!! Además, no veía una mierda… después me contaron que te encreman los ojos para que no se resequen… y hasta que la crema no se va, ves todo borroso. A los 20 minutos, me llama mi amiga Rosario, y yo, anestesiado.. le dije que estaba joya, que no me dolía nada… pero, cuando se fue la anestesia…. MI Dios!! (o el tuyo). Tenía el suero, el diclofenac, y otro antiinflamatorio metidos por intravenosa… y me dolía!. Me ahogaba, se me secaba la boca, la garganta, me dolía el paladar, las encías, los ojos, todo!

Recordé las palabras que le dije a Rosario y además del dolor, me sentí un boludo.

Quería matar a mi médico….

Esa noche estuve internado. No sé por qué, supongo que por el suero y esas cosas, meaba cada 5 minutos.

Al otro día, me fui a casa. Cuando el médico vino a darme el alta me dijo,  “tranquilo, el viernes te saco todo lo de la nariz”. Bue, son tres días no más dije yo. Otra vez me mentía. El viernes me sacó unos tampones, unas gasas, unos hilos y unos tapones. Y yo, que ilusamente creía que iba a empezar a respirar, me equivoqué! Me sacó todo eso, sí. Pero me dejó unas placas de plástico que al tener tan inflamada la nariz yo no las notaba… El sábado, sin los tampones y tapones la nariz empezó a volver a su tamaño natural, y por ende, ahora sí notaba las plaquitas de plástico, que se me incrustaban en la carne en cada movimiento.

Fue un fin de semana insoportable. Nada me calmaba. Y cómo si fuera poco, empezaron los dolores de cabeza, típicos y tan molestos de los que solemos tener aquellos que tienen mucho moco y no lo largan.

El lunes a la noche me sacaron las placas, me aspiraron algo de moco y me mandaron a casa. Esa noche, volví a respirar. Aún lo hago…ésta etapa, de más o menos 10 días consiste en generar mucho moco, no poder sonarte la nariz, que se te tape constantemente, pero con ayuda de algunos medicamentos, esos mocos se van disolviendo, de a ratos entra aire (divino, fresco), y aguantar hasta que pueda sonarme bien sonado!!. Y después, supuestamente, a disfrutar de las ventajas de estar destapado.

A todo esto, imaginen ustedes mi humor. Van 8 días sin fumar. Imaginen ustedes mi humor.

Los extrañaba, extrañaba escribirles. Saludos!!

¿Bob Hendrix? ¿Jimi Marley?

Los tatuajes son para toda la vida. Lo sabés. Lo pensás bien y te decidís. Querés hacerle un tributo al músico que marcó tu vida. Vas al tatuador, le decís lo que querés y le pedís que te despierte cuando termine.

Al rato, contento te dice que ya está. Orgulloso te invita a mirarte en el espejo. No podés creerlo. Este es el resultado.

Bob Marley - Jimi Hendrix


Políticamente incorrecto

 

Deberé decir, por prudencia, que no soy yo quién para escribir algo cómo esto. ¿Qué me creo?
En éste escrito, leerán ustedes universales políticamente incorrectas que me estuvieron dando vuelta en la cabeza los últimos meses… Y que si no las digo, estallarán. Empecemos:

Los niños:
Los niños, entiéndase por niños cualquier ser casi humano menor de 5 años. Ellos deberían tener prohibido viajar con la gente en los micros, aviones, trenes, etc. Son insoportables, como sus padres, que de tanto escucharlos ya no los oyen, condenándonos a todos los que tuvimos la prudencia de no molestar con nuestra descendencia al resto de la humanidad, a aguantar los llantos, los gritos, las patadas en el asiento, los mocos, los caramelos pegoteados en tu pantalón donde apoyolamanoparanocaerse….
Pero acá, nadie está diciendo que no viajen, no señor… Lo que se recomienda, es que lo hagan en un trailer, o una buena jaula en la bodega, donde queden aislados el tiempo que dure el viaje, quizás, junto a sus padres. O, de última (también de primera andaría) una inyección que los duerma profundamente durante un día o dos.

Las personas mayores:
Entiéndase por personas mayores a los que cariñosamente a veces, y otras no tantas, llamamos “viejos”. Los viejos deben entender, cómo diría un amigo, que no tienen tiempo para hacer las cosas tan despacio como las hacen. O sea, ¡Se les está acabando la vida!! ¡Apúrense! Y no… ellos hacen todo más lento. Caminan lento, hablan lento, compran lento, son lentos en el cajero automático, en la almacén, en la cola del super (Dios… tardan horas en sacar una calabaza y un cuarto de picada del chango), en el banco, en las veredas, para subir del Bondi, para bajarlo… Son lentos. Y no les tengo bronca eh… todo lo contrario. Me dan ganas de sacudirlos y decirles que se apuren, que vivan los pocos años, meses, semanas, etc que le quedan haciendo miles de cosas… que a ese ritmo la muerte lo va a estar esperando cuando baje del colectivo. Pero no hay caso, cuando terminé de hablar ellos recién se dieron cuenta que les hablaba….

Los que tienen perros en departamentos:
Señoras y señores, tener un perro tipo ovejero, doberman o rottweiler en un departamento de dos ambientes es una atrocidad. ¿Ustedes no se dan cuenta que el bicho sufre? ¿Y cómo lo demuestra el pobre animal? LADRANDO.
Ladran a cualquier hora, y desesperadamente. Ladran hasta despertar a todos, ladran hasta que sus dueños los sacan a la vereda, ladran conjugando su ladrido con la acústica del edificio y parece que te ladrarán al lado. Ladran asustando a los chicos chicos (que tampoco deberían vivir en un dos ambientes) y los chicos lloran porque ellos ladran y los asustan, y todo se convierte en un llanto lastimoso, histérico, que desciende desde el 7C donde el rottweiler comenzó a ladrar hasta el 2 A que lo escuchó la nena de dos años que se atusta mutto mamá con el guau guau, y la nene llora, y el bicho ladra, y yo me despierto de mi siesta dominguera y empiezo a las puteadas. Bajo al palier y empiezo a apretar todos los botones de portero mandando a la mismísima mierda al que me atienda, tenga o no, chicos o perros.

Los chinos del super:
Lo mío no es racismo, ni xenofobia, ni nada por el estilo. Si comprara en un super de… pongamos por caso, franceses, y los tipos mirándome hablaran en francés entre ellos y se rieran como los hacen los chinos de mi super, también me re calentaría.
Es una falta de respeto al cliente lo que hacen. Vienen hablando en español, y de repente, se comentan algo irreproducible y empiezan las risas… Y yo me empiezo a maquinar cosas como por ejemplo “ mirá, el gordito se compró un salamín, y las anchoas a las que les cambiamos la fecha de vencimiento el año pasado…jajajaja… que boludo”.
Y ahí empiezo a planear la venganza… y de golpe y porrazo voy y le pido “hilo negro”. El chino me mira fijo… ¿hielo? Pregunta…. ¡No, hilo! (pero lo pronuncio mal, apropósito). “Hielo negro no, hilo negro…” y lo miro mal… y el chino comienza a incomodarse…. Y empieza a hacer señas a alguien que está reponiendo latas, seguramente el que más sabe español… y finalmente cuando el ayudante aclara la situación, pregunto el precio del hilo negro y me retiro sonriendo y sin comprarlo.
Llego a casa y me preparo el mejor sándwich de salamín y anchoas vencidas. ¿El sabor? Sabe a victoria.

También me molestan los que toman mate dulce, los que no tienen la delicadeza de dejar el baño en condiciones para el que viene detrás, los que escupen a cada rato, los borrachos mala onda, los trapito que cobran más de lo normal, los que hablan por celular en el subte, y algunos otros que comentaré o comentará quién escribió esto en otra ocasión.

Los anteojos te transforman

Buscando como promocionar el uso de anteojos y quitarle su connotación negativa, la ótpica Oogmerk lanzó esta controversial campaña de publicidad.


Camionero o Sr. Profesor

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Motochorro o Diseñador de Modas

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Fácil o Difícil

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Carnicero o Artista

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