Nota sobre Activismo 2.0 en La Razón


Nuevamente participo de una nota en La Razón sobre las posibilidades que brinda la Web 2.0 para el activismo social. Este artículo es muy similar al publicado en Clarín hace unos días.


Hernán Nadal, director de Nuevos Medios y Movilización Pública de Greenpeace Argentina sí cree en el potencial del ciberactivismo. Pero lo ve como una segunda pata, que suma y no reemplaza: “A nivel global, es un complemento de la militancia original. Las estructuras tradicionales, sobre todo en Argentina, rechazan la participación. E Internet lo permite. Si los partidos políticos entendieran eso pueden cambiar la manera de acercar gente y debatir. Pero necesitan reformular la estructura del poder. ¿Y cuánto se quieren abrir a la participación, realmente?”.


Listado de Organizaciones Sociales en Twitter

Muchas organizaciones del tercer sector están comenzando a utilizar Twitter para colaborar en sus estrategias de comunicación y fundraising online. Aqui un listado con todas ellas.


Muchas organizaciones del tercer sector están comenzando a utilizar Twitter para colaborar en sus estrategias de comunicación y fundraising online.


En este sentido, traté de hacer una recopilación de las ONG´s que conozco que ya tienen cuentas en la red de microblogging más activa del mundo. Si no encontrás tu ONG mandame un email o postealo en los comentarios y la agregaré.


Si queres sumarme en Twitter mi cuenta es @hernannadal


  1. Greenpeace Argentina @GreenpeaceArg
  2. Greenpeace Colombia @GreenpeaceColom
  3. Greenpeace Internacional @Greenpeace
  4. Greenpeace Brasil @GreenpeaceBR
  5. El Centro Peruano de Estudios Sociales, CEPES @CEPES_RURAL
  6. Aedros @Aedros
  7. Annie E. Casey Foundation (Baltimore, MD) @AnnieECaseyFndn
  8. Anthony Robbins Foundation (San Diego, CA) @AR_foundation
  9. Fundación Sales @fundacion_sales
  10. Fundación Huesped @fundhuesped

Continuar leyendo “Listado de Organizaciones Sociales en Twitter”

Consejos prácticos para que las ONG puedan utilizar los servicios online gratuitos o de bajo costo,

Comparto con uds un artículo de La Nación donde varias ONG argentinas explican que utilización hacen de las nuevas tecnologías.

En mi caso, cuento que utilización hacemos en Greenpeace Argentina de Internet y los teléfonos celulares.


Transcribo un extracto de la nota:

Activismo tecnológico

La filial argentina de Greenpeace es una de las organizaciones líderes en el uso de Internet y nuevas tecnologías a nivel mundial, e incluso dentro la propia organización. En la Argentina tiene su página Web central y sitios exclusivos de algunas campañas, como el Blog Riachuelo. Pero además llega a 800.000 suscriptores vía correo electrónico, a 4000 blogs relacionados con su temática y a través de las redes sociales continúa difundiendo sus acciones.

En Twitter, por ejemplo, el canal local de la organización tiene casi 1500 seguidores. Pero en Sónico la cifra asciende a más de 9000 y en Facebook, a casi 55.000. A su vez, los videos de su canal de YouTube tuvieron más de 900.000 vistas.

“Dentro de Greenpeace somos la oficina que tiene la base de datos más grande del mundo en términos absolutos y somos el laboratorio tecnológico de la organización”, relata orgulloso Hernán Nadal, coordinador de nuevas tecnologías que con su equipo capacita a las filiales de Rusia, la India, Filipinas y del sudeste asiático, entre otras.

Y si bien en un principio sus actividades se difundían básicamente a través de Internet, ahora también incluyeron los teléfonos móviles. “Apostamos a la gente que tiene celular porque es mucha más que la que tiene Internet y así incorporamos nuevos públicos. Además, la tasa de respuesta es mucho más alta que por correo electrónico”, sostiene.

A través de los mensajes de texto, la organización llega a más de 250.000 personas registradas, que reciben gratuitamente alertas y convocatorias sobre distintos temas desde un teléfono celular conectado a una computadora que envía SMS al igual que los programas de envío masivo de correo electrónico. Al tratarse de una solución casera se puede enviar entre 4000 y 5000 mensajes por día.

Además, este año incorporaron un nuevo servicio de alertas premium pagas ($ 0,50 final por mensaje) a las que los usuarios pueden suscribirse enviando un número corto seguido de una palabra clave (ECO al 23456, por ejemplo) para recibir informaciones regularmente.

Pero aunque puede parecer una opción para recaudar fondos, en realidad, Greenpeace sólo recibe el 10% del valor del mensaje y el resto se lo quedan las compañías telefónicas y los intermediarios necesarios para implementar este servicio.

“Nosotros pagamos un precio corporativo para el envío de SMS, que es mayor al que paga cualquier persona. Y no hay un precio especial para las organizaciones sociales que no lucramos con estos servicios”, afirma Nadal, que agrega que tampoco existe en la Argentina un sistema para donar dinero a una organización a través del celular. En ese sentido, el costo es la principal limitación para que las organizaciones sociales continúen desarrollando acciones en este campo.

Hernán Nadal entrevistado por Pulso Social.com

Transcribo a continuación una entrevista que me realizó el sitio Pulsosocial.com


Aún es muy nuevo en América latina, pero sus resultados se están empezando a ver en diferentes casos. De ahí que sean varios, más no muchos, los ejemplos que se puedan mencionar en la región, donde las nuevas tecnologías están sirviendo como medios en pro a causas sociales.

Según Wikipedia: “El ciberactivismo se refiere al conjunto de técnicas y tecnologías de la comunicación, basadas fundamentalmente en internet y telefonía móvil, asociadas a la acción colectiva o desobediencia civil, bien en el espacio virtual, bien en el plano real”.

Para Hernán Nadal, New Media Manager de Greenpeace Argentina y consultor en innovación, fundraising online y Mobile MKT: “Éste tipo de acciones recién están naciendo, por ello los modos de participación en América latina están cambiando. Cada día mayores grupos poblacionales están accediendo a las TICS y nuevas formas de participación y reclamo, pacíficas y masivas están naciendo”.

Profundicé sobre este tema con Nadal, cuya experiencia como comunicador está basada más que todo con la Web 2.0, desde la cual ha desarrollado diferentes iniciativas relacionadas con el ciberactivismo, palabra que para él significa: “Es el activismo mediado por las nuevas tecnologías”.

Su papel en Greenpeace ha consistido en movilizar a la acción y a comprometer económicamente a diferentes personas a través de las herramientas de la Web 2.0, tales como las redes sociales, microbloging como Twitter, email mkt, mobile MKT, SEO y SEM, entre otras.

Un ejemplo

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Al principio Hernán y su equipo de trabajo crearon una animación Flash mostrando como Mauricio Macri, jefe de Gobierno de Buenos Aires, envía la basura de los porteños para contaminar la provincia. Luego, desde Twitter, le iba contando a sus seguidores como iba creciendo la cantidad de vistas al video y las repercusiones que este tenía en la prensa.

Por último salió adelante una de las campañas más importantes de la historia de GP en Argentina, con más de 1.500.000 de firmas en dos meses, logrando así la aprobación de la ley de bosques, que como se dice en la página principal: “Su objetivo es regular el uso del suelo y las actividades productivas, con el fin de lograr la protección del medio ambiente a partir del uso sustentable de los bosques nativos, tras una evaluación de las unidades presentes en cada provincia”.

Factores

Para Nadal, Los factores definitivos para tener éxito en una campaña son:

  • Una campaña fuerte y bien comunicada.
  • Un contexto político adecuado
  • Una estrategia online completa que incluya SEO, SEM, email mkt y en lo posible, medios tradicionales. En esto último entraría la publicidad, y notas de prensa también conocidas como freepress.

“El componente viral también es muy importante, La invitación a que los ciberactivistas lo reenvíen a sus amigos y hablen de la campaña. Una vez logrado el tipping point, es mucho más fácil alcanzar el éxito”, asegura Nadal.

La telefonía celular

Por otro lado, en el ciberactivismo la telefonía celular se convierte en motor del cambio social. Ya que como dice Nadal: “Es una herramienta extremadamente útil para las organizaciones en términos de campaña y de recaudación de fondos. Y recién está comenzando a utilizarse su potencialidad. Se puede comunicar en tiempo real pedidos e informaciones a miles de usuarios con una alta tasa de lectura permitiendo al usuario actuar en consecuencia”.

En ese punto se puede ver la utilización que de esta tecnología hace Filipinas quienes, para Nadal, son los reyes de la utilización del celular en movilización pública. No es para menos, pues como se dice en Theinquirer.es en un estudio de Acision, un proveedor de soluciones de comunicación, se concluyó que Filipinas es el país más activo en envío de mensajes SMS de todo el mundo. En este sentido se pude encontrar cómo el uso del teléfono móvil ha servido para promover diferentes causas sociales, que parten de la emoción que éstas generan.

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El Ecocidio

Miguel Bonasso, diputado nacional y autor del proyecto original de la Ley de Bosques publicó un artículo en Crítica, con motivo de la demora de la reglamentación de dicha Ley.

Siguen pasando los días, las semanas y los meses y el Poder Ejecutivo no reglamenta la Ley de Bosques, que promulgó el 28 de noviembre de 2007. Como autor del proyecto original he venido señalando que la ausencia del decreto correspondiente favorece a los interesados en violarla.

Lo que acaba de ocurrir en Salta confirma mis temores y alimenta las peores sospechas. La Legislatura salteña ha votado días atrás una ley de ordenamiento territorial que autoriza al gobernador Juan Manuel Urtubey a presentar un mapa de posibles desmontes, tan amplio como su conciencia se lo permita.

Los legisladores que le han otorgado esa carta blanca (o negra) proceden en su gran mayoría del romerismo y ya sabemos que el ex gobernador Juan Carlos Romero se apresuró a autorizar el desmonte de casi medio millón de hectáreas, cuando se tornó evidente que el Congreso Nacional aprobaría la ley. También sabemos que en Salta las topadoras de los grandes sojeros han volteado ya más de dos millones de hectáreas.

Organizaciones ambientalistas como Greenpeace y la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) vienen advirtiendo –en todos los tonos– que no puede talarse ni un metro más por encima del millón trescientas mil hectáreas delineadas en un mapa provisorio de ordenamiento como zona verde. Existe el temor de que Urtubey, dando marcha atrás a sus promesas de campaña, permita el desmonte de tres o cuatro millones de hectáreas, lo que sería un verdadero ecocidio. No es un exceso de susceptibilidad: el senador provincial Alfredo Olmedo presentó un plan de ordenamiento que autorizaba el desmonte de seis millones de hectáreas.

Al ecocidio le sigue el genocidio de las comunidades campesinas y los pueblos originarios. Un reciente fallo ejemplar de la Corte Suprema hizo lugar a la protesta de estas comunidades arrasadas por la tala indiscriminada. Es, hasta hoy, el único poder del Estado que ha demostrado interés por frenar los desmontes. El silencio del Ejecutivo, por el contrario, alienta a quienes desde los gobiernos provinciales se remiten al viejo refrán “Hecha la ley, hecha la trampa”.

Desmontes, consecuencia de la no reglamentación

Artículo publicado en “Ambiente y Medio” el newsletter de Sergio Federovisky.

La sensación de que la ley de bosques –aprobada hace ya más de un año- es una entelequia avanza cada vez más conforme se retrasa su reglamentación y se confirma que los desmontes siguen vigentes aprovechando esa debilidad normativa. La asunción de Homero Bibiloni en la Secretaría de Medio Ambiente brindó la oportunidad para rediscutir el porqué del retraso en la reglamentación, suponiendo que era la inoperancia de su antecesora, Romina Picolotti, lo que determinaba la tardanza. Pero la presunción de que son motivos más políticos que incapacidad de gestión lo que determina que la ley no se reglamente crece cada minuto, más cuando se conoce que gobernadores como Juan Manuel Urtubey, de Salta, que hicieron campaña prometiendo detener la tala, son hoy los más fervientes impulsores de más desmontes aprovechándose del hueco que deja la no reglamentación de la ley de bosques.

Ante el vacío legal y el avance de las topadoras, una docena de caciques de la comunidad wichi presentaron una demanda judicial ante la Corte Suprema para intentar frenar los desmontes en cuatro departamentos de Salta, que representan más de un tercio de la superficie provincial (155 mil kilómetros). Sus abogados presentaron un amparo y una medida cautelar. En la demanda, afirman que los desmontes son “inconstitucionales” y que van a causar un “gravísimo daño” a las comunidades indígenas de la región. Por eso, reclaman la nulidad de las autorizaciones que otorgó el Gobierno provincial y responsabilizan al Estado nacional por la situación actual.

“Además de la nulidad de las autorizaciones, buscamos que se recomponga y se restablezca el ambiente al estado anterior o que se indemnice a las personas afectadas en caso de que aquello sea imposible”, dijo el abogado Raúl Gustavo Ferreyra, quien representa a los indígenas junto a Alicia Oliveira.

La presentación, que cuenta con el apoyo del obispo de Orán, Jorge Rubén Lugones, denuncia que durante el último trimestre del año pasado, previo a la sanción de la ley de Bosques Nativos (en noviembre de 2007), hubo “un abrupto incremento de las audiencias públicas (son obligatorias para más de 300 hectáreas)”. Además, destaca que entre 2004 y 2007 hubo 211 pedidos de autorización para desmontes -que apuntan a la expansión de la frontera agropecuaria- de los cuales 195 fueron aprobados.

Por ese motivo, la medida cautelar intenta frenar los desmontes masivos tanto en tierras privadas como fiscales de los departamentos de San Martín, Orán, Rivadavia y Santa Victoria que ya fueron aprobados pero que aún no se llevaron a cabo. “El paso del tiempo puede provocar que un fallo llegue tarde y resulte prácticamente inoperable, por agotamiento o grave degradación del bosque nativo”, explica la demanda, de 50 carillas.

No es el primer juicio por la tala de árboles en el Chaco salteño. De hecho, hay varias causas que ya llegaron a la Corte luego de transitar distintas instancias judiciales locales. La demanda que llegó al máximo tribunal, no obstante, es la primera que busca ingresar por la instancia originaria de la Corte (de manera directa). Si eso ocurre, podría haber una audiencia pública para discutir el problema, según adelantaron los abogados.

Simultáneamente, Greenpeace –la única de las ONGs que movilizaron hace un año el petitorio que obtuvo un millón de firmas para que los senadores votaran la ley de Bosques que sigue exigiendo públicamente que se reglamente la norma- volvió a reclamar ante el jefe de gabinete Sergio Massa, a quien hacen responsable de la incomprensible demora en la promulgación del decreto reglamentario. La organización ecologista denunció que el gobierno tiene intenciones de reabrir la discusión de la reglamentación con las provincias más comprometidas con la deforestación.

Desmintiendo la versión deslizada por Bibiloni en el sentido de que el retraso por la reglamentación era debido al incumplimiento de la ex secretaria de Medio Ambiente, Greenpeace aseguró que “el borrador de la reglamentación está listo para ser firmado desde julio. El año pasado la demora en la sanción de la Ley de Bosques facilitó que se aprobaran especulativamente muchos desmontes para evitar la moratoria que dicta la norma. La falta de reglamentación debilitará su plena aplicación y generará muchos desmontes más”. Según Greenpeace, el borrador de la reglamentación de la Ley Nacional 26.331 de Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos (Ley de Bosques) fue realizado por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y fue girado a principios del mes de julio al Poder Ejecutivo, específicamente a la Jefatura de Gabinete de Ministros a cargo del jefe de Gabinete Sergio Massa, donde se encuentra demorado en el Área de Coordinación de Presupuesto Nacional del Ministerio de Economía. La Ley de Bosques fue sancionada el 28 de noviembre de 2007 tras una campaña que logró juntar un millón y medio de firmas. La norma establece que las provincias no pueden emitir nuevos permisos de desmonte hasta tanto no realicen un Ordenamiento Territorial de sus zonas boscosas bajo diez criterios ecológicos y categorías de conservación que apuntan a evitar la fragmentación y degradación del bosque nativo y a preservar las tierras utilizadas por las comunidades campesinas e indígenas.

La Ley establece un Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos (cerca de mil millones de pesos al año) para distribuir entre las provincias que sancionen por ley provincial el Ordenamiento Territorial de sus Bosques, con el objetivo de fortalecer la capacidad técnica y de control, compensar a los titulares que realicen tareas de conservación y manejo sostenible, y para fomentar las actividades productivas que los pequeños productores rurales y comunidades indígenas realizan en zonas boscosas.

“La mayoría de las provincias han avanzado en la realización del Ordenamiento Territorial de sus bosques nativos y están terminando este proceso, cumpliendo con lo que establece la Ley de Bosques, ahora falta que la Nación cumpla su parte y firme el decreto reglamentario. Sin la reglamentación no van a estar los fondos y se debilitará la aplicación de la ley. Es muy preocupante que a un año de que un millón y medio de argentinos impulsaron con sus firmas la sanción de la ley, no haya sido reglamentada. La responsabilidad es del Jefe de Gabinete, quien debe asegurar que el decreto salga antes de fin de año”, afirmó Hernán Giardini, de Greenpeace.

“Lo que se puede ver claramente con las primeras declaraciones del nuevo Secretario de Ambiente, Homero Bibiloni, es que se quiere volver atrás con la reglamentación y ponerla a consideración nuevamente de la provincias, especialmente de aquellas más comprometidas con la deforestación”, explicó Juan Carlos Villalonga, Director Político de Greenpeace Argentina. “Si esto ocurre, será un caso similar al la Ley de Glaciares, donde se buscará que sean las provincias más depredadoras las que impongan la política ambiental nacional.”