Sus últimas palabras…

Muchas veces nos han contado de las últimas palabras que pronunciaron los próceres al morir.

La frase que más recuerdo corresponde a Manuel Belgrano y su “¡Ay, patria mía!”, que tantas veces me asombró. A punto de estirar la pata, y el tipo sufriendo por su país. Otro patriota, a quien admiro profundamente, Mariano Moreno dijo: “Viva la patria, aunque yo perezca”. Y como olvidar al Che Guevara vencido y herido pero manteniendo el valor y el honor al decirle a su verdugo “Sé que has venido para matarme. Dispara cobarde, que sólo vas a matar a un hombre”

Pero hubo otras.

Por ejemplo, Nerón un poco menos preocupado por su tierra y mucho más por su persona murió diciendo: ¡Que artista muere conmigo!

Otros verdaderos artistas tuvieron otras reacciones en el momento final. El novelista frances Honoré de Balzac dijo: “Ocho horas con fiebre, ¡me habría dado tiempo a escribir un libro!”. Un tipo tan creativo como el surrealista Luis Buñuel solo dijo “Me muero”. Idénticas palabras dijo Antón Chéjov, aunque muchos aún afirman que el escritor ruso murió exclamando: “¡Champán!”.

El escritor Lewis Carroll, autor de “Alicia en el País de las Maravillas”, murió en su casa, enfadado con su enfermera dijo: “Quíteme esta almohada. Ya no la necesito”.

El 18 de junio de 1936, el escritor soviético Maksim Gorki, poco antes de morir dijo: “…Habrá guerras… Hay que prepararse”. Lord Byron en cambio se lo tomó con humor: “Ahora yo me iré a dormir. Buenas noches”. Otro que se rió hasta en la hora final fue Buster Keaton, quién mientras estando moribundo escuchó que alguien sugirió tocarle los pies para saber si ya había muerto explicando que los difuntos tienen los pies fríos. Keaton respondió «Juana de Arco No».

La ironía fue el adiós de Franz Kafka quien antes de morir dijo a su médico: “Máteme, sino usted es un asesino”

El músico Frédéric Chopin vio la luz: “Ahora, estoy en la fuente de la felicidad.”

Volviendo a la política, uno de las figuras más importantes de Inglaterra, Winston Churchill se despidió con un: “¡Todo es tan aburrido!”.
Conocido por las insuperables cantidades de alcohol que consumió durante su vida, el actor estadounidense Humphrey Bogart comentó sus últimos instantes con estas palabras: “Nunca debí cambiarme del scotch a los martinis”.

La lista parece no terminar. Aquí otras tantas:

  • “Todas mis posesiones por un momento de tiempo.” Isabel I de Inglaterra.
  • “No le dará ningún trabajo: tengo el cuello muy fino”. Palabras de Ana Bolena a su verdugo luego de ser condenada a ser decapitada por presunto adulterio y alta traición.
  • “¡Que esté preparado mi traje de cisne!”. Anna Pavlova.
  • “Adiós, amigo mío, sin gestos, sin palabras./ Que no haya dolor ni tristeza en tu frente./ En esta vida, morir no es nada nuevo,/ pero vivir, por supuesto, es menos nuevo aun”, escribió a los 30 años el poeta ruso Serguei Esenin, utilizando como tinta su propia sangre, y luego se colgó de unas cañerías de agua que había en su pieza de un hotel de San Petersburgo.
  • “Yo soy el conde Drácula, el rey de los vampiros, soy inmortal”. Bela Lugosi.
  • “¿En serio nadie la entiende?” preguntó antes de morir el escritor irlandés, James Joyce, preocupado por que la crítica calificó de incomprensible su novela “Finnegans Wake”.
  • “Soy un fiel servidor del Rey, pero primero de Dios”. Tomás Moro al subir al patíbulo.
  • “¡Que baje el telón, la farsa terminó!” François Rabelais.
  • “No importa lo que ellos digan, la tierra gira alrededor del Sol”. Galileo Galilei.
  • “Es muy bonito todo allá” Thomas Alva Edison.
  • “He ofendido a Dios y a la humanidad porque mi trabajo no tuvo la calidad que debía haber tenido.” Leonardo Da Vinci.
  • “Todas las cosas son perecederas. Esforzaos por vuestra salvación”. Buda.
  • “Luz más luz”. Goethe.
  • “Critón, le debo un gallo a Asclepio. No te olvides de pagárselo”. Sócrates después de tomarse cicuta, luego de ser condenado por impío y corruptor de la juventud.
  • “Que los amigos aplaudan. La comedia se ha acabado.” Ludwig van Beethoven.
  • “¿Quién es?”. Billy the Kid, en una pieza oscura, justo antes de que el sheriff Pat Garrett le disparara un balazo en el corazón.
  • “Mañana, ya no estaré aquí”. Nostradamus
  • “Que Dios ayude a mi pobre alma” Edgar Allan Poe.
  • “Apaguen la luz”. Theodore Roosevelt

  • “¡Carajo, un balazo!” Antonio José de Sucre, tras recibir un disparo mientras cabalgaba en la jungla de Colombia. Se decía que era un caballero educado que nunca había maldecido hasta ese día.
  • “¡Es absurdo!… ¡Esto es absurdo!” Sigmund Freud

  • “De verdad: ¿tengo pinta de marica?” Rodolfo Valentino, a los médicos que lo atendían.
  • “Déjenme morir tranquilo; no voy a vivir mucho tiempo”. George Washington. Murió el 14 de diciembre de 1799 tras la aplicación de sangrías.
  • “El dinero no puede comprar la vida”. Bob Marley
  • “Gracias, monsieur”La mítica bailarina Mata Hari condenada en Francia por espionaje a la pena de muerte luego de que el oficial del pelotón de fusilamiento que le trajera un espejito, y se empolvara bien el rostro.
  • “Dispárame en el pecho” Benito Mussolini.

  • “Es una pena irse, esto comienza a ponerse divertido”. Louis Gay-Lussac, químico y físico francés, estando ya moribundo, a propósito de los nuevos descubrimientos científicos.
  • “Francia, ejército, Josefina” Napoleón Bonaparte en Santa Helena.
  • “¿También tú, hijo mío?” Julio César Según Suetonio, César no dijo nada mientras moría, pero otros autores le atribuyen estas palabras en griego. La traducción latina «¿Tu quoqüe, fili?» es apócrifa; otra versión, «¿Et tu, Brute?», se debe a Shakespeare.
  • “Amaos los unos a los otros”. George Harrison.
  • “No es nada, no es nada…” Francisco Fernando, archiduque de Austria. El archiduque perdió la consciencia después de ser disparado en Sarajevo, y murió casi inmediatamente después de recuperarla.
  • “No”.Alexander Graham Bell, inventor escocés-canadiense. Su esposa sorda le susurró, «No me dejes.» Él, usando lenguaje de signos, replicó “No.”
  • “No sé, es la primera vez que me ejecutan” Maximiliano de Habsburgo, emperador de México (cuando estaba ante el pelotón de fusilamiento, uno de los condenados le preguntó: «¿Es esa la señal de la ejecución?». Él dio esa respuesta).
  • “¡No me toque los círculos!” Arquímedes Se dirigía a un soldado romano, que lo estaba forzando a reportarse ante el general romano después de la captura de Siracusa, mientras él estaba absorto sentado en el piso resolviendo un problema de geometría. El soldado lo mató.
  • “No se preocupen, no alcanzarían a un elefante a esta distanc…”(Según otra versión: “No se preocupe, a esta distancia esos desgraciados no acertarían ni a un elef…”) Últimas palabras del General nordista John B. Sedgwick, cuando un oficial de su Estado Mayor le advertía de la extraordinaria puntería de los francotiradores confederados durante la Guerra de Secesión. NOTA: No hubo imprudencia por su parte, se ha calculado que el francotirador en cuestión estaba a más de 900 metros.
  • “Qué bello es morir por la patria”. Iosef Trumpeldor
  • “¡Qué pena morir, cuando me queda tanto por leer!” Menéndez Pelayo
  • “Señor, ayuda a mi pobre alma” o “Que Dios se apiade de mi pobre alma”. Edgar Allan Poe

  • “Sobre la Tierra hay millones de hombres que sufren: ¿por qué estáis al cuidado de mí solo?” León Tolstoi.

  • “Vete… estoy bien”. H. G. Wells.
  • “No dejen que me fin los desarme, y no lloren por mi, y adviértanle a mi enemigo de mi muerte” Genghis Khan

  • “Mantengan la cruz en alto para que pueda verla a través de las llamas” Juana de Arco

  • “¡Fuera, desaparece de mi vista! ¡Las últimas palabras son cosa de tontos que no han dicho lo suficiente mientras vivían!”. Karl Marx a Friedrich Engels.
  • Salvador Allende convirtió sus últimas palabras en un alegato por la democracia y los valores por los que supo defender. Para leerlo entren aquí.

Frases de Perón

Una recopilación de las mejores frases del General Juan Domingo Perón

Ahora, que muchos nombran a Perón y dicen retomarlo en sus ideas, que mejor que recordar algunas de las frases más famosas de Juan Domingo.

Después de todo, “El General” fue sin duda uno de los políticos, que más frases instalaron en el imaginario popular.

 

  • No critiques a los enemigos, que a lo mejor aprenden.
  • Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar.
  • La única verdad es la realidad.
  • Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista.
  • Con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes.
  • Al enemigo, ni justicia.
  • El año 2000 nos encontrará unidos o dominados.
  • Si alguna vez llegase a haber otro golpe, el pueblo quedará tan derrotado que la vuelta constitucional servirá solamente para garantizar, con el voto popular, los intereses del imperialismo y de sus cipayos nativos.
  • La Liberación de la Patria no es tarea de una sola generación sino de varias, por eso hay que ir haciendo el trasvasamiento generacional.
  • Mi único heredero es el pueblo.
  • La economía nunca ha sido libre: o la controla el Estado en beneficio del Pueblo o lo hacen los grandes consorcios en perjuicio de éste.
  • El hombre es bueno, pero si se lo vigila es mejor.
  • Cada uno dentro del movimento tiene una misión. La mía es la más ingrata de todas: me tengo que tragar el sapo todos los días. Otros se lo tragan de cuando en cuando. En política, todos tienen que tragar un poco el sapo.
  • Pero yo hago aquí de padre eterno, bendigo ‘urbi et orbi’. ¿Por qué? Porque mi misión es esa. La misión mía es la de aglutinar al mayor número posible. Porque la política tiene esa técnica: acumular la mayor cantidad de gente proclive o pensante, hacia los objetivos que se persiguen. Todo el que piensa o sienta así debe estar.
  • Ahora, dentro de eso hay distintas posiciones. A mí se me presentan todos los días y me dicen: ‘Estos son los traidores’ y vienen otros y me dicen ‘Los traidores son los otros’. Y yo siempre les digo lo mismo, porque todos lo que vienen me dicen ‘¡Pero nosotros tenemos razón!’ y yo les digo ‘Tal vez, pero yo no soy juez, no estoy para darles la razón. Yo estoy para llevarlos a todos, buenos y malos’. Porque si quiero llevar sólo a los buenos me voy a quedar con muy poquitos.
  • “Es evidente que en todos los movimientos revolucionarios existen tres clases de enfoques: el de los apresurados, que creen que todo anda despacio, que no se hace nada porque no se rompen cosas ni se mata gente. El otro sector está formado por los retardados, esos que quieren que no se haga nada… Entre esos dos extremos perniciosos existe uno que es el equilibrio y que conforma la acción de una política, que es el arte de hacer lo posible…
  • La Patria no consiste en el tiempo limitado de nuestras vidas. Nos prolongamos en nuestros hijos como en nuestras obras. En consecuencia, aspiramos a proporcionar a las generaciones de mañana una vida más plena. Más fuerte en el respeto de sus derechos. Más feliz en el cumplimiento de sus deberes.
  • Queremos que las futuras generaciones argentinas sepan sonreír desde la infancia… Bajo los gloriosos pliegues de nuestra bandera, no puede ni debe haber niños argentinos que no puedan ir a la escuela, o que tengan que ir a ella mal alimentados. Tampoco los debe haber que vivan desnutridos, en hogares sin luz y sin calor. Luchamos, los hombres de este gobierno, porque vosotros, los niños, podáis vivir despreocupados del presente, entregados a vuestros juegos y a vuestros estudios, amparados en una familia cristianamente constituida, seguros del porvenir”.
  • Todas las fuerzas son utilizables en nuestro movimiento si son nobles y leales y todos los hombres serán bienvenidos si vienen con lealtad y con sinceridad a servir bajo nuestra bandera.
  • Para conducir un pueblo la primera condición es que uno haya salido del pueblo, que sienta y piense como el pueblo.
  • Algunos dirán que somos nazis, que somos fascistas; yo les pregunto en qué país del mundo la economía es libre. Cuando no la orienta el gobierno, la orientan los grandes consorcios financieros, con esta diferencia: el gobierno la orienta en beneficio de todos los habitantes del país y los consorcios capitalistas hacia sus cajas registradoras.
  • Yo sé que hay muchos que quieren desviarnos en una o en otra dirección; pero nosotros conocemos perfectamente bien nuestros objetivos y marcharemos directamente a ellos, sin dejarnos influir por los que tiran desde la derecha ni por los que tiran desde la izquierda.
  • Aquel que en cualquier lugar intente alterar el orden […] puede ser muerto por cualquier argentino […]. Y cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de los de ellos […]. Y eso lo hemos de conseguir persuadiendo, y si no, a palos.
  • Ya que me la piden, ¿por qué no la dan ustedes?”. [Pregunta de Perón ante una multitud enfervorizada que gritaba “¡leña, leña!”]
  • El mal de este tiempo y especialmente de este país son los brutos, y tú sabes que es peor un bruto que un malo”. Carta de Perón a Evita, escrita desde la cárcel el 14 de octubre de 1945.
  • Si alguna vez llegase a haber otro golpe, el pueblo quedará tan derrotado que la vuelta constitucional servirá solamente para garantizar, con el voto popular, los intereses del imperialismo y de sus cipayos nativos
Juan Domingo Perón