Redes y revueltas sociales ¿Que aprendemos de Túnez y Egipto?

En los últimos días el mundo árabe se ha organizado, en gran parte a través de las redes sociales, para llevar adelante protestas que terminaron con la caída del ex presidente de Túnez, Ben Alí y que se contagiaron a Egipto donde parece que Hosni Mubarak, tendrá que irse luego de ostentar el poder desde hace casi 30 años.

En los últimos días el mundo árabe se ha organizado, en gran parte a través de las redes sociales, para llevar adelante protestas que terminaron con la caída del ex presidente de Túnez, Ben Alí y que se contagiaron a Egipto donde parece que Hosni Mubarak, tendrá que irse luego de ostentar el poder desde hace casi 30 años.

Sin duda, es innegable ya, incluso para los más recalcitrantes conservadores que reniegan de las posibilidades del activismo digital, que las nuevas tecnologías y la web 2.0, son una herramienta fundamental para los movimientos sociales de todo el mundo.

Sin duda, los gobiernos y las corporaciones se sienten cada día más amenazados por estas herramientas que proponen una desregulación de la comunicación y la posibilidad de que los emisores de opiniones políticas se expandan exponencialmente. Ultimamente, el suceso de Wikileaks fue solo una muestra más de lo que pueden generar.

Sin duda Estados Unidos con su Patriot Act y China con su Gran Muralla vienen desde hace tiempo perfeccionandose en el arte de controlar, espiar y censurar la información de sus ciudadanos y del mundo.

En estos días turbulentos para Egipto, el gobierno comenzó censurando varias redes sociales en especial Twitter, lugar preferido por los manifestantes para organizar y coordinar sus protestas.

Los medios tradicionales, que en el último tiempo, han ido descubriendo el poder de la web social y su impacto en la política, están dando cuenta de lo profundo que es el cambio.

En un artículo publicado en CNN.com titulado “Social Media at the front line in Egypt”, analiza la web social como fuente válida de información y el impacto que está teniendo en las revueltas del mundo árabe.

A pesar de los intentos de bloquear Twitter, Facebook y otros sitios (el gobierno niega que fue el responsable), una página de Facebook en donde se promovían las protestas había conseguido juntar más de 80.000 seguidores, en comparación con alrededor de 20.000 el día anterior.




Al Jazeera también reflejó esto y destacó los mensajes de apoyo que llegaban desde otros países.

Takamit7 wrote: “Without revolution, there is no democracy. Without internet, there is no freedom. We Japanese support you!!?#Egyptian”

Traducción: Takamit7 escribió: “.. Sin revolución, no hay democracia. Sin Internet, no hay libertad. Los japoneses los apoyamos! #Egyptian”

Frente a lo que estaba pasando el gobierno egipcio reconoció que el control de la información se le estaba yendo de las manos y ordenó cortar todas las conexiones internacionales de los ISP. O sea, apagó la Internet del país.

En el blog de Renesys, nos cuentan como fue el apagón egipcio y aclaran:

En una acción sin precedentes en la historia de Internet, el gobierno de Egipto ordenó a los proveedores de servicios cerrar todas las conexiones internacionales a Internet. Cada proveedor de Egipto, todos los negocios, bancos, Servicios de Internet, Páginas web, las embajadas, las escuela, y las oficinas del gobierno que trabajan con los cuatro grandes proveedores de Internet de Egipto están desconectados del resto del mundo. Link Egypt, Vodafone / Raya, Telecom Egypt, Misr Etisalat, y todos sus clientes están, por el momento, fuera del ciberespacio.

Gracias a los gráficos publicados por The Huffington Post, vemos el resultado de desconexión obligada del país.

Apagón-Internet-Egipto

Pero las sorpresas no terminan ahí. Gracias a Jorge Gobbi me entero que la tecnología usada para bloquear el país es norteamericana. Paradojicamente mientras Obama pide por la libertad de expresión en Internet, su país hace lobby por la empresa que ayuda a los dictadores a limitar esa libertad. Para leer más recomiendo leer esta nota de The Nation.

¿Qué aprendemos de lo que está pasando?

En principio la conclusión más rápida es que la antes vista como potencialidad de los nuevos medios para el activismo social ha quedado conformada y es ya una de las herramientas principales de organización y comunicación.

Sin embargo, también es claro que las corporaciones y gobiernos están cada vez más enfocados en encontrar los modos de controlarlo, espiarlo, manipularlo y en caso que no puedan lograrlo, impedir la libre circulación de ideas e información.

También vemos la fragilidad que aún tiene la red frente a ciertos ataques internos o externos derivados que si bien fue pensada como una red distribuída es una red descentralizada. Con desconectar-bloquear-intervenir algunos de los principales nodos se puede causar un daño importante. Sobre este tema recomiendo leer este post interesante de ALT140 titulado ¿Por qué es posible inhabilitar Internet?

Sin duda, cada día los activistas digitales tenemos que buscar nuevas maneras de comunicar nuestras causas y proteger nuestra información y a nuestros compañeros. Nunca hay que olvidar que todo lo que está digitalizado puede ser hackeado. Si bien, cuesta tiempo y esfuerzo, el tema seguridad es algo clave en todo tipo de actividad social en cualquier país del mundo. Como ejemplo reciente podemos recordar a los familiares de las víctimas del atentado de la AMIA espiados por un miembro del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que estaría vinculado al jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, o el espía británico Mark Kennedy que estuvo infiltrado y delatando a sus compañeros en una organización ecologista inglesa.

Sobre el tema seguridad un recurso muy interesante es Security in a Box, una serie de recomendaciones pensadas para organizaciones sociales de diversos lugares del mundo.

Una vez, mencionado el tema seguridad, debemos pensar en como mantener la comunicación entre las organizaciones de la sociedad civil y los ciudadanos interesados en participar. En el artículo de ALT140 se mencionaba la importancia de las redes P2P para este sentido ya que aseguran una cobertura mucho mayor y la posibilidad de protegerse de estos apagones. Existen incluso redes P2P que permiten asegurar la privacidad de la navegación.

Creo que sobre todo no se debe confiar todo el poder de comunicación de una causa a través de un solo canal. Por ejemplo, veo ahora muchas ONG´s que basan su comunicación con interesados y donantes exclusivamente a través de Facebook. Si bien, esta red social, como otras permite una masividad y una viralización de los contenidos interesantisima impone siempre la limitante de ser un peaje entre el usuario y la ONG. Si bien Facebook, no es reconocido por proteger la privacidad de sus usuarios, no nos permite acceder a los datos de las personas que son fans de nuestros grupos o páginas y contactarnos con ellos de otro modo. ¿Pero cuanto tardará Facebook en pasar esos listados a quienes estén haciendo un seguimiento de los “revoltosos”? Es más, hacer inteligencia sobre estas personas, no requiere ningún conocimiento especial. Con solo entrar a cada grupo o página se puede ver quienes participan y tomar las medidas que estas corporaciones o gobiernos consideren necesario. En resumen, un peligro de exposición pública altísimo. Esto es lo que están denunciando en Facebook los participantes de las protestas en Egipto quienes publicaron que uno de los organizadores online fue identificado por el gobierno y está desaparecido.

Organizador-online-egipto-desaparecido

Pensando como resistir a un ataque gubernamental como el egipcio, el sitio LifeHacker propuso una solución original: Volver a los viejos modems.


A menos que el gobierno egipcio desconecte todas las líneas de teléfono, es posible que haya que recordar los tiempos en que nos conectabamos de un modo que la banda ancha ha relegado a la obsolescencia: el dial-up. Mientras no existan proveedores de Internet (ISP) egipcios que permitan el acceso a Internet a los ciudadanos de ese país, otros países lo harán, es decir, cualquier ciudadano egipcio con capacidad de hacer llamadas de larga distancia puede desempolvar su viejo modem 56k y acceder telefónicamente aun ISP en otro país. (Claro que va a ser una conexión lenta, pero asegurará la comunicación a pesar del corte)
Existe una organización que trabaja para asegurar el acceso a Internet y a sus herramientas en todo el mundo. Quienes estén interesados puede ver su sitio https://www.accessnow.org/

Otra opción a analizarse es trabajar en conjunto con radioaficionados locales para que transmitan la información a colegas de otros países y ellos puedan transcribirla y publicarla en medios digitales o no. Las frecuencias de radio también pueden utilizarse para transmitir información de Internet a través de servicios como http://www.airmail2000.com/

También se pueden hacer redes wifi abiertas en donde todos puedan acceder y ayudar a difundir la información de una manera totalmente descentralizada.

Por supuesto, existe también la posibilidad de utilizar conexiones de Internet satelital, sin embargo, el costo es bastante restrictivo para el público en general y se requiere de equipo que no tienen muchas personas.

Todas estas respuestas sin embargo, se enfocan más en solucionar el contacto con el exterior del país pero no son una solución masiva que permita trabajar y organizar a todas las fuerzas de la sociedad civil al interior de un país. Sin embargo, como me recordó un colega griego, tenemos una buena noticia: Las revoluciones existían antes de Internet. Con lo cual, en estos momentos el activismo tiene que volver a sus fuente y reforzar los canales tradicionales de activación.

¿Cómo se imaginan soluciones frente a los ataques de este tipo realizados por gobiernos o corporaciones?

6 opiniones en “Redes y revueltas sociales ¿Que aprendemos de Túnez y Egipto?”

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