Los errores estratégicos de Israel

por Claudio Fantini, Politólogo, autor de “La sombra del fanatismo”.

Mala imagen mediática, deficiencias del Mossad, lentitud para tomar decisiones, falta de mística. Las razones que, pese al poderío militar, le impiden lograr sus objetivos.

Desde la colina frente al campo de batalla, el catalejo de Napoleón veía un puñado de héroes avanzando con inusual coraje sobre la artillería rusa que defendía Sbodonovo.

En La “Sombra del Aguila”, novela de Arturo Pérez Reverte, el flanco derecho del ejército francés había sido diezmado y sin cobertura alguna, los soldados españoles del Batallón 326 de Infantería avanzaban, bayonetas erguidas y a paso redoblado.

En realidad, el plan era acercarse lo más posible a las líneas enemigas y luego sacar bandera blanca para desertar en masa. Pero Napoleón se emocionaba convencido de que los ibéricos estaban dando una lección de valentía, entonces envió un escuadrón de caballería a apoyarlos, por lo que el plan de deserción naufragó y los soldados del Batallón 326 de Línea terminaron condecorados con la Legión de Honor.

La dimensión mediática de las guerras actuales es como el catalejo de Napoleón en la batalla de Sbodonovo. Poco importa lo que en realidad ocurre; lo importante es lo que ve (o cree ver) el ojo de la opinión pública mundial. En esa dimensión donde predominan las sensaciones pero se dirimen victorias y derrotas, Israel fue doblegada. Ocurre que Hizbollah tenía plan y estrategia para esa batalla mediática a la que el Estado judío ni siquiera tuvo en cuenta. Por eso Hassan Nasrallah se fortaleció políticamente, a pesar del fuerte golpe que recibió su estructura militar.

No es que la mirada internacional distorsione la realidad. En rigor, el ojo del mundo ve el grueso de lo que ocurre. La cuestión está en cómo interpreta lo que ve. Al Napoleón de la novela, su catalejo le mostraba la realidad y era su interpretación la que la distorsionaba; aunque lo que contaba era su interpretación y no la realidad misma.

En el caso del último conflicto en Oriente Medio, el fundamentalismo chiíta consiguió, merced a sus alianzas políticas regionales e internacionales, que en la retina del mundo quedara la imagen que más lo favoreció.

Y como Israel no tuvo ni plan ni estrategia para batallar en esa dimensión, muchos aspectos de la realidad de esta guerra no tuvieron impacto alguno en la sensación dominante.

Por ejemplo, en términos generales, los bombardeos sobre Beirut lograron precisión quirúrgica, sin embargo la impresión generalizada fue de devastación total.

En la realidad, las bombas cayeron, en el barrio chiíta Jarat-Jaraik, sobre el cuartel general del Hizbollah y sobre el reducto de la Mujabarat (espionaje sirio); en Dajia, el enclave donde habita la dirigencia chiíta, los misiles impactaron residencias de los popes del partido de Dios; en el centro un proyectil demolió el edificio de nueve pisos totalmente ocupado por oficinas de la nomenklatura que rodea a Nasrallah.

El resto de las bombas cayeron sobre el depósito sirio de armamentos que está en el puerto de la ciudad y en las dos radios del ejército libanés que sus encargados chiítas habían puesto al servicio de la milicia. Por cierto, todos los puntos atacados están en un radio urbano de gran densidad poblacional y los daños a personas y residencias civiles fueron muchos, lo que no quita la alta precisión lograda, aunque de poco y nada sirvió para evitar que la sensación dominante sea la de bombardeos indiscriminados y arrasadores que redujeron Beirut a escombros.

Además de la pérdida casi total de sus estructuras edilicias, Hizbollah sufrió graves daños en sus cuarteles y bases misilísticas instaladas en el valle de la Bekaa y en la región de Balbek; de todos modos, en la opinión pública internacional quedó la sensación de que la milicia salió prácticamente intacta debido al entusiasmo israelí por ensañarse con la destrucción exclusivamente civil.

La percepción internacional tampoco deparó en la estrategia de victimización del propio pueblo que puso en práctica Nasrallah, ni en la indignación provocada en buena parte de los libaneses, que se sintió arrastrada a una guerra por una organización étnico-religiosa que coordina sus acciones con Damasco y con Teherán, en lugar de hacerlo con los otros partidos y organizaciones del Líbano, incluido el propio gobierno.

El significativo logro de Hizbollah en la opinión pública mundial se debió, por un lado, al eterno y bíblico error de buscar en todos los conflictos de Oriente Medio un David y un Goliat; y por otro lado a la novedosa y paradójica alianza que en los últimos años establecieron a ciertas izquierdas de furioso antinorteamericanismo con gobiernos y grupos de religiosidad oscurantista. Por caso, en Latinoamérica, el chavismo fue una usina de fuerte influencia en la visión de la prensa sobre este conflicto.

Obviamente, la superficialidad periodística y la obsesión por el rating aportaron lo suyo. Por caso, en la Argentina, la televisión se abocó irresponsablemente a realizar debates enfrentando a miembros de las comunidades locales árabe y judía, lo que además de resultar infructífero para el análisis y la comprensión, equivale a importar odios viscerales que hasta el momento no habían desembarcado en la diáspora.

El error de Israel no estuvo sólo en la dimensión mediática de la guerra. El conflicto demostró que el Mossad ya no es ese servicio de inteligencia de precisión milimétrica a la hora de captar planes y estructuras enemigas; mientras que el general Dan Halutz dedicó las tres primeras semanas a bombardear la franja de cinco kilómetros de profundidad a partir de su frontera y los puntos clave de Beirut, mientras que el grueso de la artillería, los bunkers y los cuarteles milicianos estaban en la franja que va desde los diez kilómetros hasta el río Litani.

El posicionamiento de Hisbollah imponía una ofensiva por tierra en gran escala pero, cuando el mando israelí se decidió a lanzarla, ya era demasiado tarde debido a que el clima internacional dominante imponía un cese de las acciones militares. En síntesis, Israel dilapidó tiempo y por eso no pudo alcanzar los objetivos que se había planteado: aplastar totalmente a la milicia chiíta.

Lo que vino a renglón seguido también estuvo a la vista del mundo y, sin embargo, no fue claramente percibido: mientras la prensa israelí criticaba abiertamente al primer ministro Ehud Olmert, al ministro de Defensa Emir Peretz y al general Halutz, soldados y efectivos de la reserva deliberaban en asambleas y denunciaban sueltamente ante las cámaras de televisión las fallas tácticas y estratégicas del Tzahal (fuerza de defensa), pidiendo la renuncia del generalato en pleno.

En Oriente Medio, donde los ciudadanos nunca cuestionan en público a los gobernantes, resultaría insólito ver soldados y reclutas denunciando errores y criticando a generales y líderes. Es más, tal imagen es poco común incluso en buena parte de Occidente. Sin embargo, la prensa internacional no subrayó esta significativa particularidad.

Ahora bien, el debate en el que se sumergieron los israelíes debiera ir más allá de los errores estratégicos. En la última década y media, el país judío dio un sorprendente salto a la opulencia. Los rascacielos y las autopistas le dieron a Tel Aviv el perfil de una urbe del mundo desarrollado. Junto con la opulencia económica, creció el poderío militar. Sin embargo, esta Israel tan poderosa no puede alcanzar los objetivos que se plantea en un conflicto de escala limitada.
El debate debiera poner a Israel de cara a sí misma.

La Israel recién nacida de los kibutz y de los inmigrantes, ganaba guerras contra varios ejércitos que la atacaban simultáneamente; sus espías realizaban con éxito las acciones más osadas y complejas; sus soldados eran feroces y virtuosos combatientes, mientras que sus generales eran brillantes estrategas al servicio de lúcidos y austeros gobernantes.

Aquella era una Israel gobernada por una izquierda democrática, que no tenía corrupción política y ostentaba niveles de igualdad tan llamativos como sus logros científicos y el esfuerzo pionero que transformó la geografía.

En cambio en esta Israel opulenta, la desigualdad se instaló en la sociedad y la corrupción se abre paso en el poder. Posiblemente, la relajación y la pérdida de mística que trae la opulencia explique también lo remotamente lejos que parecen haber quedado los gobernantes lúcidos y austeros como Ben Gurión y Golda Meir, y los geniales estrategas como Yitzhak Rabin y Moshé Dayán, ahora que a Ehud Olmert le investigan una ostentosa mansión en Jerusalén y generales como Halutz hacen la guerra desde el aire, procurando sin éxito lo que logró el general Wesley Clark en la guerra de Kosovo: ganar con cero baja en las filas propias.

A tales profundidades debiera llegar el debate de los israelíes en el intento de explicar por qué hoy, con tanta riqueza y poderío militar, no se alcanzan los objetivos que la Israel de las primeras décadas alcanzaba con mucho menos poder y mucho más idealismo.

A renglón seguido, deberá también analizar la dimensión mediática de los conflictos; ese espacio donde la realidad real no siempre se condice con la realidad percibida. Como el catalejo de Napoleón, que en la batalla de Sbodonovo veía una ofensiva heroica en lo que, en realidad, era un intento de deserción en masa.

Basura — Por Sandra Ruso

Gente: Como abrán leído (y si no lo hicieron adjunto una nota de opinión de Sandra Russo) Juanjo Alvarez era agente de la SIDE durante la dictadura.

Los invito a leer el artículo “Basura” que sigue a continuación y que después hagan click aquí y le dejen un mensaje al SR. Alvarez.

————————————————————————–

Autora: Sandra Russo.

La revelación de que Juan José Alvarez fue agente de la SIDE durante la dictadura, y que fue incorporado a ese organismo recomendado por el ex general Albano Harguindeguy, sigue rebotando de un modo curioso en la clase política. Absorbidos por su propio juego electoral, se limitan a traducir los hechos a una sola lengua, a un solo dialecto, el único que parecen entender: se saltean a Alvarez-agente de la SIDE y avanzan directamente sobre el mecanismo que hizo que esa verdad saltara a la luz pública.

No se los notó lo suficientemente asqueados, acaso porque no sintieron asco o porque ya estaban al tanto, quién sabe, son tan raros. Están tan lejos, vuelan tan bajo, respiran un aire tan viciado.

Se supone, suponen ellos y denuncian, que esto es una maniobra del Gobierno para desarmar políticamente a ex duhaldistas y lavagnistas. Y dejan entrever que la revelación de que Alvarez supo entrar y salir de la SIDE en aquellos años, en los que en la SIDE entraban y salían asesinos, es nada más que la punta de un iceberg que les parece tremendo: que empiecen a llover carpetas con pasados roñosos. Eso es lo que les parece tremendo. Vaya dirigencia, amigos: hasta llaman “cultura del miedo” a la posibilidad, inminencia o posibilidad de que más mugre sea colgada al sol.

Uno no es ingenuo, y no ignora que esta revelación viene de la mano de una coyuntura política, y si hay algo indignante es que sean las coyunturas las que hagan salir a flote estas cosas, y no la sencilla práctica democrática, que también supondría (ay, los potenciales) un ánimo filtrador de trazos gruesos y pasados bochornosos. Pero en fin, si es la coyuntura política la que nos hace saber que Juan José Alvarez, ese duhaldista hábil y especialista en seguridad, se entrenó sobre este tema en los despachos tenebrosos de la SIDE de la dictadura, deberemos concluir que la democracia por sí sola no alcanza para filtrar la roña, pero que al menos nos ofrece las coyunturas políticas, en las que saltan los fusibles y puede verse en lo oscuro.

Desde este mismo espacio se ha observado muchas veces que, en el mundo político, todo aquel que se aferra al latiguillo “miremos para adelante”, es porque guarda un muerto en el ropero. Es una metáfora, pero desgraciadamente en la Argentina roza una verdad literal. Y es en sí mismo escandaloso que ahora cunda el pánico de que se ventilen trapos íntimos manchados, porque nada tiene que ver la intimidad con el hecho de habernos desayunado, tantos, de que Juanjo Alvarez supo ser uno de aquellos misteriosos agentes de anteojos negros que hacían inteligencia contra enemigos internos.

Suena como una desproporción que sólo puede proporcionar cierta vaga desesperación en muchos dirigentes. ¿De qué cosas todavía no nos habremos enterado? ¿Cuántas aberraciones más nos dispensará la coyuntura política? ¿Cuántas reacciones delirantes más tendremos que presenciar? ¿Un trabajo? ¿Alvarez dijo que trabajó en la SIDE de la dictadura porque necesitaba dinero? ¿Desde cuándo ser miembro de la SIDE en tiempos de la dictadura más sangrienta de la historia argentina puede ser equiparado a un “trabajo”?

Se habla de “polución de la clase política”, se le pedirán informes a la SIDE para saber cómo se filtró esa información secreta. ¡Ahora todos parecen celosos guardianes de la confidencialidad de la SIDE! Corren el bulto de lugar… ¿por si salpica?

¿Y el escalofrío? ¿Y la náusea? ¿Y la sorpresa? En la dictadura, todos los que no nos fuimos, trabajamos de algo. Hubo incluso algunos que hoy son funcionarios o dirigentes que trabajaron para el Estado. Pero una mínima cuota de sentido común separa sin ninguna dificultad a esa gente que por diversas circunstancias trabajó en juzgados o dependencias estatales de quienes anidaron en el intestino fino de la masacre. No sólo no se podía no saber: en la SIDE se apuntalaban las desapariciones. Se colaboraba con ellas. ¿Qué resorte mental ridículo pretende hacer creer que es lo mismo haber servido en la SIDE que en cualquier otro lado?

Cómo se filtró la información es la pregunta de los que retroceden para adelante o de los interesados en sostener a Alvarez, incluso a la luz de su pasado. Y sostener a un hombre con ese prontuario es minimizar de una manera extrema la desgracia colectiva que, como las desapariciones, no termina de pasar. Sigue pasando.

Emerge una nueva comunicación: Los “medios masivos individuales”

Por Manuel Castells. (*)

Más de mil millones de usuarios de Internet, y casi dos mil millones de líneas de teléfonos móviles. Dos tercios de los habitantes del planeta pueden comunicarse por celular, incluso donde no hay electricidad. Así se constituyó una nueva forma social de comunicación que, aunque masiva, es producida, recibida y percibida individualmente.

La información y la comunicación siempre han sido vectores de poderes dominantes, poderes alternativos, resistencias y cambios sociales. La influencia sobre la mente de las personas, que la comunicación favorece, es un punto clave. Solamente al moldear el pensamiento de los pueblos los poderes se constituyen como sociedades, y las sociedades evolucionan, cambian.

La represión física o mental es por cierto una dimensión importante del poder dominante, pero si un pueblo modifica radicalmente su visión de las cosas, si piensa de manera distinta y autónoma, no hay poder que pueda oponérsele.

Torturar un cuerpo es mucho menos eficaz que moldear un espíritu. Es por eso que la comunicación es la piedra de toque del poder. El pensamiento colectivo (que no es la suma de los pensamientos individuales en interacción sino un pensamiento que absorbe todo y lo difunde en la sociedad en su conjunto) se elabora en el terreno de la comunicación.

En efecto, de este último campo vienen las imágenes, la información, las opiniones, y la experiencia se difunde y se transmite a nivel colectivo a través de mecanismos comunicacionales.

Todo esto se aplica con más fuerza a nuestras sociedades, en cuyo seno las redes de comunicación atraviesan la totalidad del mundo humano, de lo global a lo local y de lo local a lo global. Como consecuencia, las relaciones con el poder dominante –elemento que constituye toda sociedad y determina su evolución– se elaboran cada vez más en la esfera de la comunicación.

En la sociedad contemporánea, la política cuenta con una dimensión mediática. La materia misma del sistema político, e incluso las decisiones que emanan de él, representan un escenario para los medios, que intentan obtener el apoyo de los ciudadanos o, por lo menos, atenuar su hostilidad.

Eso no significa que el poder se encuentre incondicionalmente en manos de los medios, ni que el público se determine en función de lo que ellos le sugieren. Las investigaciones en comunicación demostraron hace tiempo hasta qué punto el público es activo y no pasivo.

Por otra parte, los medios tienen, en su interior, sistemas de control de su capacidad para influir sobre el público. Son ante todo empresas sometidas a los imperativos de la rentabilidad, y deben crear público o extender su difusión. En general están diversificados, son competitivos y deben mantenerse tan creíbles como sus competidores. Además, muchas veces se autoimponen otras limitaciones, en términos de ética profesional o periodística (mediadores, comités de ética, etc.). Un medio no está, pues, simplemente abocado a la distorsión o a la manipulación de la información.

Manipulaciones ocultas

Sin embargo, debemos concentrar nuestra atención en dos tendencias.

Por una parte el periodismo militante, comprometido, el medio como instrumento ideológico. Durante mucho tiempo se consideró esa característica como una desventaja que hacía perder al medio su calidad de “objetivo”, y por ende sus compradores.

Así, los diarios que se presentan como “órganos partidarios” prácticamente desaparecieron o se encuentran en profundas crisis de difusión. Pero las cosas parecen haber cambiado; el militantismo o el compromiso ideológico puede convertirse en un modelo muy rentable.

Por ejemplo Fox News, uno de los principales canales de televisión de Estados Unidos (filial de News Corp, que pertenece a Rupert Murdoch), conquistó una parte importante del público conservador estadounidense al sostener, sin la menor preocupación por la objetividad, las tesis neoconservadoras favorables a la invasión de Irak en 2003.

La segunda tendencia que se observa en la actualidad reside en la pérdida de autonomía de los periodistas profesionales en relación con sus empleadores. Allí se juega gran parte del complejo juego de las manipulaciones mediáticas.
Un estudio intenta explicar que, a mediados de 2004, el 40% de los estadounidenses (1) todavía creían que Saddam Hussein y Al Qaeda trabajan codo a codo y que en Irak había armas de destrucción masiva. Y esto un año después de que se hubiera demostrado todo lo contrario. Este estudio echa luz sobre las conexiones entre la maquinaria propagandística de la administración Bush y los productos del sistema mediático. Y también demuestra que ciertas manipulaciones intervienen aun cuando no haya mediado una censura o una orden directa de alteración.

Sin embargo, esto no es más que la parte visible del iceberg. Pues la influencia más determinante que los medios ejercen sobre la política no proviene de lo que se publica sino de lo que no se publica.

De lo que se oculta, lo que se silencia. La actividad mediática reposa sobre una dicotomía: en la mente del público sólo existe lo que los medios dicen que existe. Su poder fundamental reside entonces en su facultad de ocultar, de enmascarar, de condenar a la inexistencia pública.

La necesidad de existir mediáticamente para existir políticamente induce una relación orgánica con el lenguaje mediático, que se encuentra tanto en la televisión como en la radio, la prensa escrita o Internet. Los medios masivos de comunicación usan una jerga específica; no un dialecto autónomo, por cierto, pero algo parecido.

El mensaje mediático más simple y poderoso es la imagen. Y el mensaje visual más simple sigue siendo el rostro. Hay un lazo orgánico entre la mediatización de la política, la personalización de los medios y la personalización de la política.

Cuando se oscila entre una vida política basada en disputas de personas e imágenes por un lado y las manipulaciones mediáticas por otro, los proyectos pierden su importancia, ya que nadie se refiere a ellos y los ciudadanos ya no les prestan atención (probablemente con razón, por otra parte).

El triunfo de la política “personalizada” implica que la forma más convincente de lucha ideológica pasa a ser el ataque contra la persona que encarna un mensaje. La difamación y el rumor pasan a ser el arte dominante en política: un mensaje negativo es cinco veces más eficaz que un mensaje positivo. Todos los partidos se comprometen en esta brecha; manipulan e incluso fabrican la información. Y todo ello sin la iniciativa de los medios. Es más bien un asunto de intermediarios, de oficinas especializadas, “de laboratorios”.

El resultado de todo esto es una conexión directa entre la mediatización de la política, su personalización y la difamación o la práctica del escándalo político, cuya generalización desembocó, durante los últimos quince años, en asesinatos de funcionarios electos, crisis de gobierno e incluso de régimen.

Lo cual nos remite a la profunda crisis actual de legitimidad política a escala mundial. Pues es evidente que existe un lazo muy fuerte, aunque no exclusivo, entre la práctica del escándalo, la mediatización exacerbada de la escena pública y la falta de confianza de los ciudadanos en el sistema.

Esta desconfianza se ve ilustrada en una encuesta realizada por los servicios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), según la cual las dos terceras partes de los habitantes del planeta no se consideran representados por sus gobernantes.

Se trata claramente de una crisis de legitimidad. Sin embargo, mientras el mundo dice que ya no confía en los gobiernos, los dirigentes políticos y los partidos, la mayoría de la población persiste en la creencia de que puede influir sobre aquellos que hablan en su nombre. También cree que puede cambiar el mundo por medio de su voluntad y sus propios medios. Quizás esté introduciendo, en la esfera de la comunicación, el extraordinario desarrollo de lo que yo llamo Mass Self Communication (comunicación masiva individual).

Nuevos sistemas de información

Técnicamente, esta Mass Self Communication participa en internet, pero también en el desarrollo de los teléfonos celulares. Actualmente habría más de mil millones de usuarios de la red y cerca de dos mil millones de líneas telefónicas móviles.

Dos tercios de los habitantes del planeta pueden comunicarse gracias a los celulares, incluso en lugares donde no hay electricidad ni telefonía fija. En muy poco tiempo se produjo una explosión de nuevas formas de comunicación. La gente desarrolló sus propios sistemas: SMS, blogs, skype… La modalidad Peer-To-Peer o P2P (2) posibilita la transferencia de cualquier dato digitalizado.

En mayo de 2006 había 37 millones de blogs (contra 26 millones en enero). En promedio, se crea un blog cada segundo en el mundo, es decir más de 30 millones en un año.

El 55% de los bloggers todavía mantienen su blog tres meses después de haberlo abierto. El número de bloggers es 60 veces más importante que hace seis años. Y se duplica cada seis meses…

Mientras que al principio el inglés era la lengua dominante en Internet, hoy cuenta con menos de un tercio de los sitios. El chino se impuso, y le siguen el japonés, el español, el ruso, el francés, el portugués y el coreano.

Lo importante aquí no es tanto la existencia de todos estos blogs como los vínculos que existen entre ellos y los que establecen y mantienen con la totalidad de las interfaces comunicacionales (lo que permite la tecnología RSS (3)).

Esta Mass Self Communication constituye, así, una nueva forma social de comunicación que, aunque masiva, es producida, recibida y percibida individualmente.

Los movimientos sociales de todo el mundo la adoptaron. Pero ellos no son, en ningún caso, los únicos que utilizan esta nueva herramienta de movilización y organización.

Por su parte, los medios tradicionales intentar arrimarse a este movimiento y, sirviéndose de su poder comercial y mediático, tratan de crear el mayor número posible de blogs alrededor de ellos mismos. Ello no quita que, mediante la Mass Self Communication, tanto los movimientos sociales como los individuos en rebelión pueden actuar sobre los grandes medios, controlar la información, desmentirla llegado el caso e incluso producirla.

Desde hace muchos años, el movimiento altermundialista contra el capitalismo global, en toda su diversidad, usa internet y todos los recursos de la Mass Self Communication, no sólo como herramienta de organización sino también como lugar de debates e intervenciones. Por esta vía también desarrolló una capacidad de influencia en los medios dominantes, pasando por Indymedia o una serie de otras redes asociativas.

De este modo, la constitución de redes autónomas de comunicación llega a los medios más tradicionales. Los canales de televisión callejera o las radios alternativas, como TV Orfeo en Bolonia, Zaléa TV en París, Ocupen las Ondas en Barcelona, TV Piqueteros en Buenos Aires y una multitud de medios alternativos, organizados en redes, forman un verdadero nuevo sistema de información.

Incluso el ex vicepresidente de Estados Unidos Albert Gore se sumó, formando su propia red de televisión, cuyo contenido es provisto actualmente en un 40% por los televidentes. Las campañas presidenciales también sufrieron la influencia de este nuevo medio. Así, en 2003-2004, la candidatura de Howard Dean en Estados Unidos tomó cierto envión gracias exclusivamente a su capacidad de movilización por internet (4).

Viene después la llamada “movilización política instantánea” por teléfono celular, convertida desde hace dos años en un fenómeno decisivo (5). Este mar de fondo movilizador, apoyado en redes de comunicaciones entre celulares, tuvo efectos notables en Corea del Sur, Filipinas, Ucrania, Tailandia, Nepal, Ecuador, Francia…

A veces con un efecto inmediato, como sucedió en abril pasado en Tailandia con la destitución del primer ministro Thaksin Shinawatra por parte del rey Bhumibol Adulyadej.

O en España, con la derrota, en las elecciones legislativas de marzo de 2004, del Partido Popular de José María Aznar. Con la sospecha de que las autoridades, preocupadas por imputar la responsabilidad de los atentados de Madrid a la ETA, manipulaban la información, una infinidad de mensajes circuló por los teléfonos celulares y permitió la organización de una inmensa manifestación de protesta en un día en que bajo los efectos del shock y del duelo, era supuestamente imposible cualquier forma de manifestación política.

Esto no significa que estén de un lado los medios asimilados por el poder y del otro los Mass Self Media, asociados a los movimientos sociales. Cada uno opera sobre la doble plataforma tecnológica. Pero la existencia y el desarrollo de las redes de Mass Self Communication ofrecen a la sociedad una mayor facultad de control, de intervención.

Y una capacidad superior de organización política a aquellos que se mantienen fuera del sistema tradicional.

Mientras los fundamentos de la democracia formal y ampulosa están en crisis, y los ciudadanos ya no creen en sus instituciones democráticas, lo que aparece bajo nuestros ojos, con esta explosión de la Mass Self Communication, parece una reconstrucción de nuevas formas políticas. Todavía es difícil decir dónde desembocarán.

Pero de una cosa podemos estar seguros: el resultado de la batalla se jugará en el campo de la comunicación y contemplará la nueva diversidad de medios tecnológicos. En definitiva, esta batalla es la más antigua de la historia humana. Desde siempre, lo que estuvo en juego fue la liberación de nuestras mentes.

Autor: Manuel Castells es profesor de comunicación, titular de la cátedra Wallis Annenberg de Comunicación, Tecnología y Sociedad en la Annenberg School for Communication (Universidad de Southern California, Los Ángeles, Estados Unidos) y director del proyecto Internet Catalunya en la Universidad Oberta de Cataluña, Barcelona, España. Autor entre otros de La era de la información (3 volúmenes), Ed. Siglo XXI, México, 1999.

El presente texto, releído y corregido por el autor, forma parte de su intervención en el Seminario “Los medios entre los ciudadanos y el poder”, organizado por el World Political Forum y la provincia de Venecia en San Servolo (Italia), los días 23 y 24 de junio de 2006.

Notas al Pie:

1 NDLR: “Según una investigación realizada por la Universidad de Maryland en octubre de 2003, el 60% de los estadounidenses –y el 80% de aquellos que miraban Fox News– creían por lo menos una de estas tres mentiras: 1. Se descubrieron armas de destrucción masiva en Irak; 2. Existen pruebas de una alianza entre Irak y Al Qaeda; 3. La opinión pública mundial apoya la intervención estadounidense en Irak”. Eric Klinenberg, “Un movimiento contra el orden mediático”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, abril de 2004.

2 P2P designa un modelo de red informática donde los elementos (los nodos) no cumplen exclusivamente los roles de cliente o servidor sino que funcionan como ambas cosas, siendo a la vez clientes y servidores de los otros nodos de esas redes, contrariamente a los sistemas de tipo cliente-servidor en el sentido habitual del término. Cf. http://es.wikipedia.org/wiki/P2p

3 Un flujo o hilo RSS (RSS feed en inglés), sigla de Really Simple Syndication o de Rich Site Summary, es un formato de distribución de contenidos Web. Este sistema permite difundir las noticias de los sitios informativos o de blogs, lo que permite consultar rápidamente las noticias sin visitar los sitios. Cf. http://es.wikipedia.org/wiki/RSS

4 Favorito en la carrera a la candidatura por el Partido Demócrata en 2004, Dean fue finalmente derrotado por John Kerry.

5 Ver Manuel Castells, Jack Linchuan Qui, Mireia Fernández Ardevol y Araba Sey, Mobile Communication and Society, A Global Perspective, MIT Press, Boston, 2006.

Una muy buena noticia: Otro nieto que recupera su identidad

Abuelas encontró al nieto 84

El joven, de 28 años, es hijo de una pareja desaparecida en la última dictadura militar; para ubicarlo utilizaron métodos alternativos a la extracción de sangre; su apropiador está detenido

Una nueva familia recuperó por estos días la sonrisa con la confirmación que los datos genéticos de un joven correspondían efectivamente a su nieto tan buscado.

Después de 28 años de búsqueda, las Abuelas de Plaza de Mayo dieron con el nieto número 84 que la organización ya encontró, que es hijo de Liliana Clelia Fontana y Pedro Fabián Sandoval, secuestrados y desaparecidos por la última dictadura militar.

El joven, de nombre Alejandro –tal como le pusieron sus apropiadores-, fue hallado gracias a un nuevo método de reconocimiento del ADN que evita la extracción de sangre en los casos en los que los involucrados se niegan a hacerlo.

Esta no es la primera vez que se identifica a un nieto con este método. Abuelas encontró también a una joven mediante la utilización de cabellos, cepillos de dientes, o ropa.

Este joven hallado, anunciado hoy mediante un comunicado por la organización que preside Estela de Carlotto, fue apropiado en enero de 1978 luego de que su madre diera a luz en el campo clandestino de detención conocido como “Club Atlético”.

Según confiaron desde la entidad a LANACION.com, el apropiador de Alejandro pertenecía a la Gendarmería y actualmente está detenido.

“Liliana y Pedro fueron secuestrados por las fuerzas conjuntas el 1º de julio de 1977 mientras compartían una cena familiar en su casa de Caseros, en la provincia de Buenos Aires. Según cuentan los familiares, se escucharon fuertes golpes en la puerta de acceso a la vivienda y en cuestión de segundos cuatro individuos de civil con armas cortas y largas se llevaron a Pedro y Liliana”, relataron las Abuelas en el comunicado.

En ese momento, Liliana estaba embarazada de dos meses y medio. Según el relato de algunos sobrevivientes, ambos estuvieron en El Atlético desde donde la mujer fue trasladada para dar a luz. Nunca más volvieron a verla.

Negativa. Como Alejandro se negaba a hacerse la extracción de sangre para posibilitar el examen de ADN, la Justicia autorizó a recoger objetos personales de su domicilio para extraer muestras y poder constatarlas con la información genéticas de los familiares.

A pesar de que tuvo que mediar la Justicia, el joven aceptó a su nueva familia y quiso conocerla. “Pensamos que así como fue resistente a sacarse sangre se iba resistir a la relación familiar, pero inmediatamente quiso conocer a su familia biológica. Fue con su esposa y su hijito recién nacido para conocer a sus abuelos maternos, a sus tíos y a sus primos”, dijo Carlotto a la agencia DyN.

“Fue rápido en tomar a su familia como propia, incluso su correo electrónico lo cambió por su nombre verdadero. Hubo una aceptación total y desde un primer momento programó salidas y encuentros”, agregó.

Según informó Abuelas, el 14 de julio de 2006 – luego de recibir el informe de Banco Nacional de Datos Genéticos- la jueza federal María Romilda Servini de Cubría informó a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad que estaban los resultados. El 7 de agosto, integrantes de la Conadi y del juzgado se reunieron con el joven para darle la noticia: su sangre era en un 99,99 por ciento igual a la de Liliana y Pedro.

Para los familiares, a partir de ahora Alejandro será Pedro, como quisieron llamarlo sus padres biológicos.

"Los hombres son más inteligentes que las mujeres"


No es mi opinión. Esto es ciencia Pura. Y ya saben que nuestro mundo se rige por la ciencia asi que…

Los datos los saqué de una nota que hace referencia a una investigación muy controvertida perpretada por un profesor de psicología de la Universidad de Ontario.

¿Uds que opinan? ¿Somos más inteligentes que las mujeres?

Aquí les transcribo la nota completa:

——————–
Men Smarter than Women, Scientist Claims

Men are smarter than women, according to a controversial new study that adds another cinder to the fiery debate over whether gender impacts general intelligence.

“For 100 years there’s been a consensus among psychologists that there is no sex difference in intelligence,” said J. Philippe Rushton, a psychologist at the University of Western Ontario, Canada.

Recent studies, however, have raised questions about the validity of this claim, he said. One such study showed that men have larger brains than women, a 100 gram difference after correcting for body size. Rushton found similar results in a study of gender and brain size.

To determine if there was a link between gender and intelligence, and perhaps between brain size and intelligence, Rushton and a colleague analyzed the Scholastic Aptitude Test (SAT) scores from 100,000 17- and 18-year-olds.

G-factor

When Rushton and colleagues weighted each SAT question by an established general intelligence factor called the g-factor, they discovered that males surpassed females by an average of 3.6 IQ points.

The g-factor works like this. “If I tell you the last four digits of my telephone number and ask you to repeat them back to me, that’s a low g-loaded memory test,” Rushton explained. “But if I then ask you to repeat them back to me in the reverse order, that suddenly requires a tremendous amount more cognitive processing. It is a very high loaded g-item.”

So the g-factor “is really the active ingredient of the test,” Rushton said. “It’s the single best, most predictive part of the test.”

Rushton suspects that the results are due to males having more brain tissue than females on average. “It’s a very reasonable hypothesis that you just need more brain tissue dedicated to processing high ‘g’ information,” Rushton said.

The study, which Rushton co-wrote with Douglas Jackson, also of the University of Western Ontario, is detailed in the current issue of the journal Intelligence.

Flawed conclusion

Bruce Bracken, a psychologist at the College of William and Mary in Williamsburg, Virginia, who was not involved in the new study, said he thinks Rushton and Jackson make a convincing argument for the sample they used.

“The difference appears to be real,” Bracken said.

But he questions the team’s conclusions. “I believe that the differences probably lie in the variables they hadn’t considered,” Bracken said.

One plausible explanation is that more females than males decide to go to college and thus take the SAT test. The study did in fact include about 10,000 more females than males.

“This suggests that more males are deciding to do something else,” Bracken said. “It may be that the males who would not have scored as high on the SAT chose not to take it, and they chose another route.”

A more reliable study, he said, would be to match each male with a very similar female and then compare the results.

The debate goes on

The findings add fuel to a still smoldering debate ignited by former Harvard President Lawrence Summers, who stated early last year that males have a higher intrinsic aptitude in science and engineering.

In a letter from Summers days after his controversial statements, he wrote: “Despite reports to the contrary, I did not say, and I do not believe, that girls are intellectually less able than boys, or that women lack the ability to succeed at the highest levels of science. As the careers of a great many distinguished women scientists make plain, the human potential to excel in science is not somehow the province of one gender or another.”

While Rushton called his results significant, he doesn’t think they are a basis for uprooting the field of education.

“I don’t think it has any real implications for education policy or schoolwork,” he said. “In fact, females actually get better grades than males.”

Plus, he doesn’t think the IQ difference would show up in everyday activities. “For the vast majority of people in the vast majority of jobs, it really doesn’t translate into very much,” he said.

But when it comes to Nobel Prize winners, he said that men could outnumber women 10-to-1. “Where it will really show up is at the very high end of the distribution,” Rushton said.

Rushton has left the door open for opposing views and findings that might contradict his new study.

“I wouldn’t say it’s the last word. We really do need more research on it before we can be absolutely certain,” Rushton said.

——————————